El Fundación Aliados no realizó concesiones, como sí hiciera en el partido de la primera vuelta, aunque también ganó en esa ocasión, y realizó un buen encuentro, en el que participó toda la plantilla, incluido el recién incorporado Lachlin Dalton, si bien en su caso no halló la efectividad deseada, y se quedó sin poder anotar sus primeros puntos como jugador de la liga española de baloncesto en silla de ruedas.
El conjunto morado salió con determinación y con un plan de juego muy concreto, que se supo llevar a cabo, basado en una defensa muy presionante desde arriba, para impedir a Fabián Castilla sentirse cómodo con el balón, lo que se tradujo en un primer parcial de 9-24, que facilitaba el camino a los vallisoletanos desde el inicio.
Con esa renta de 15 puntos surgió cierta relajación defensiva en el cuadro morado, que aprovecharon los catalanes para recortar las diferencias y situarse a nueve puntos, merced al acierto de Coll, que se añadió a la experiencia de Castilla, si bien los vallisoletanos ampliaron su renta hasta los once, antes del descanso (24-35).
Tras la reanudación y la consiguiente llamada de atención del técnico vallisoletano, José Antonio de Castro, el Fundación Aliados volvió a ponerse las pilas en el plano defensivo, frenando cualquier intento del rival por acercarse en el tanteo y, con un buen juego colectivo y la aportación de todos los integrantes de la plantilla en el casillero, se terminó de rematar el encuentro, amarrando una importante victoria en una cancha complicada.