El último informe elaborado por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) efectúa una foto fija del momento en que se encuentra esta lucha en los juzgados vallisoletanos, con la menor cifra de delitos en un lustro, 1.360 casos que, eso sí, todavía se encuentran lejos de los 1.027 con los que se tocó techo en un 2010 que sigue siendo el ‘mejor’ año en este ámbito en la provincia.
Siete de cada diez de esos delitos que llegaron hasta los juzgados son por lesiones y malos tratos hacia la mujer, mientras que el otro gran bloque (dos de cada diez) son por quebrantamientos de condenas o de medidas de protección.
Pero a pesar de que los delitos que se mueven en el campo de la violencia de género se sitúan por encima del millar en Valladolid, hay poco más de un tercio de ellos que desembocan en una petición de orden de protección o de otras medidas de seguridad. Así, en el informe de 2018 del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del CGPJ se dice que el JVM de Valladolid recibió 410 solicitudes, de las que 168 fueron concedidas; en 2017, con una cifra idéntica de peticiones, se acordaron 187.
Las 168 suponen el 40,9% de las que llegaron a manos del juez de Violencia sobre la Mujer y esto es la menor ratio de España, 28 puntos por debajo de la media (69%) y cinco menos que Barcelona, que es la siguiente provincia en esta ‘clasificación’ de los juzgados que menos órdenes de protección aceptan. En el lado opuesto, el 97 por ciento que arrojan los juzgados especializados de Salamanca y Granada.
El JVM de Valladolid también se encuentra entre los que menor porcentaje de condenas impone, con una ratio del 51,9% (de los 77 juicios que celebró este juzgado, en su mayoría por vejaciones). Ávila es la única provincia por encima, con un 41,4% de condenas, si bien la media nacional de los juzgados especializados está en el 85,89%. En el otro lado de la ‘lista’, los 100% de Teruel, Segovia y Soria.
En lo que respecta a la relación víctima- agresor, en 2018 se profundiza en la línea marcada en los últimos años, asentándose fuera del matrimonio. Así, seis de cada diez casos fueron entre novios (99 de 410) y exnovios (153, lo que se traduce en el 37,3 por ciento de los casos), mientras que el resto eran matrimonio (65) o divorciados (93).