La crisis por la falta de semiconductores que azota al sector de la automoción es un quebradero de cabeza que no solo preocupa a los directivos de las grandes empresas y a los trabajadores, resignados a aceptar los expedientes de regulación temporal de empleo como mal menor. Los clientes también están notando sus efectos, con un retraso en la entrega de vehículos que está provocando que muchas ventas se trasladen al mercado de vehículos de ocasión.

Así lo demuestran las cifras de Faconauto, la patronal de los concesionarios. Entre enero y septiembre de este año la matriculación de vehículos ha bajado un 10,4 por ciento en la provincia, al quedarse en 3.949 ventas. Todo lo contrario de lo que ha sucedido con las transferencias de vehículos de ocasión, que han llegado a 14.813, un 15,1 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. Es decir, en Valladolid se venden cuatro vehículos de ocasión por cada uno nuevo.

El director comercial de Valladolid Motor, concesionario oficial de Seat, Álvaro Rodríguez, reconoce que la entrega de vehículos que antes se podía hacer en dos meses y medio o tres meses, como mucho, ahora no se puede hacer, en su caso, antes de los cinco. Pese a todo, según él, las marcas Seat y Cupra, que son con las que trabaja, todavía tienen algunas unidades en stock. «Tenemos varios tipos de clientes, desde los que encaprichan con un vehículo nuevo, lo personalizan y prefieren esperar, hasta los que necesitan una solución de movilidad inmediata y se pasan al vehículo de ocasión», reconoce.

Es la misma experiencia que ha tenido el concesionario VASA de Renault. Su jefe de ventas, Jaime Alonso, reconoce que el auge de los vehículos de ocasión es una consecuencia directa de los problemas que está generando la falta de semiconductores en la venta de los nuevos. De hecho, la multinacional francesa es el ejemplo más cercano de las dificultades que está atravesando el sector por la falta de semiconductores. Esta misma semana comunicó a los sindicatos que las plantas de Carrocería y Montaje no trabajarán del 18 al 27 de octubre, ni tampoco lo harán el 2 de noviembre. «Hemos aumentado la venta de vehículos de ocasión por la falta de mercado de vehículo nuevo, porque parte de la demanda de uno se está trasladando al otro», explica. Tanto es así que incluso reconoce que ya se empieza a notar la escasez de vehículos de ocasión. 

Los concesionarios tienen varios canales de aprovisionamiento de estos coches. El primero es el de kilómetro cero, que a casi todos los efectos es un coche nuevo, aunque se considera de segunda mano porque suele ser el propio concesionario el que lo matricula a su nombre para llegar a ciertos cupos de venta y luego lo transfiere a particulares. De este tipo ya casi no hay en el mercado. Otra vía  son los coches de demostración que usan los potenciales clientes y que en los últimos meses no se han podido renovar por la carencia de coches nuevos, ya que los pocos que llegan son para ventas. El tercer canal es el de empresas de rent a car (alquileres cortos, generalmente ligados a vacaciones). El cuarto, el de renting, alquileres de larga duración, sobre todo a empresas, aunque cada vez más frecuentes entre particulares. Pero la llegada de coches por esta vía también se está reduciendo, porque, ante las dificultades que tienen estas firmas de renovar su flota, están ofreciendo prórrogas de un año en sus contratos de alquiler. Otro canal es la permuta, es decir, los coches antiguos que los clientes entregan cuando compran uno nuevo para obtener descuentos.

El delegado de Faconauto en Castilla y León, Ángel Concejo, destaca que el aprovisionamiento de vehículos por la mayoría de estas vías se ha limitado, al mismo tiempo que ha subido la demanda por parte de los clientes. Esto ha hecho que el precio de los vehículos de ocasión suba entre un 15 y un 20 por ciento en los últimos meses. Según él, las entregas de vehículos nuevos eran «inmediatas», es decir, en unos pocos días, cuando estaban en stock y de no más de tres meses cuando se pedían a fábrica. Pero ahora, en función del modelo, al cliente le toca esperar entre cuatro y seis meses.

Concejo destaca que «es un buen momento para la venta de vehículos» por parte de particulares, por eso están proliferando las empresas dedicadas a tasar y comprar estos coches.

Perspectiva incierta. Aunque los concesionarios tengan mayor margen de maniobra que los fabricantes, lo cierto es que su actividad a medio plazo también depende de la evolución de la crisis de los semiconductores. Y el delegado de Faconauto no es especialmente optimista en este sentido. «La perspectiva es mala e incierta», dice. El también representante de Autocyl, que engloba a marcas como Opel, Peugeot, Ford, Hyundai y Kia, vaticina que algunas marcas tendrán que acostumbrarse a matricular 60 coches al mes, en lugar de los cien habituales. También considera que esta crisis podría servir para que se redoble la apuesta por fabricar bajo demanda, una tendencia existente desde hace años en la mayor parte de las multinacionales.

Hay concesionarios que incluso están trabajando con plazos de entrega que superan el medio año. En Valladolid Wagen, según la responsable de postventa de Audi, Rocío Herrán, llegan al año en algunos modelos, si bien se trata de un plazo aproximado, que se puede acortar o alargar en función de cómo evolucione la fabricación. En Volkswagen no han tenido los problemas de desabastecimiento que sufren otros porque antes de esta crisis contaban con un buen stock, si bien la situación de Audi es más delicada. Herrán confirma el aumento de la demanda de vehículos de ocasión y que este fenómeno ha ido acompañado de un incremento de precios. «Antes todas las concesiones tenían promociones para este tipo de vehículo, pero ahora se han quitado», explica. En Valladolid Wagen mantienen «un buen parque de vehículos de ocasión», pese a los problemas de abastecimiento que tienen otras concesiones.