La pandemia ha entrado en la penúltima semana de agosto con un ligero repunte que, de confirmarse en el siguiente boletín estadístico, pondría el punto y final a la desescalada de la séptima ola del coronavirus. Los datos ofrecidos este martes por la Junta de Castilla y León hablan de sendos incrementos, muy leves en ambos casos, de los positivos comunicados y de los ingresos hospitalarios de infectados.

Así, Valladolid suma 109 nuevos casos desde el viernes, casi el doble de los 65 de los mismos cuatro días de la semana anterior, pero todavía lejos de los 196 de hace dos. Los datos del sábado y el domingo son idénticos a los del fin de semana previo, si bien el incremento se apreciaría en lo contabilizado lunes y martes, cuando se han duplicado las cifras. Una situación que podría ser coyuntural, a la espera de los próximos informes de contagios de la Consejería de Sanidad.

En todo caso, la tasa provincial de incidencia acumulada a 14 días continúa descendiendo y ya está en 176 puntos, su nivel más bajo desde que vigila solo la afección del virus entre los mayores de 60 años y los pacientes vulnerables. En igual sentido, la mortalidad asociada al coronavirus también va diluyéndose y en los últimos cuatro días únicamente se han declarado dos nuevos decesos covid en los hospitales vallisoletanos.

Allí, en el Clínico, el Río Hortega y el Comarcal de Medina también se han experimentado leves repuntes estos días, después de que los covid ingresados bajaran a 61 (nueve de ellos en UCI) el pasado jueves y hayan saltado hasta los 69 del lunes, que ya este martes habrían bajado a 66 (ocho en UCI). De todos modos, lejos de los 131 ingresados que había hace solo un mes.