Las exportaciones cambian de rey y desbancan a la automoción

David Alonso
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Por primera vez este siglo la automoción no es el sector autonómico más pujante en el comercio exterior, con poco más de 4.000 millones, y 2022 se convierte en el segundo peor año para esta industria en la región

Imagen del interior de la cadena de montaje de una empresa automovilística en Castilla y León. - Foto: Ical

Sorpasso histórico en la economía de Castilla y León. El otrora inalcanzable sector de la automoción perdió durante el 2022 el liderazgo exportador en la Comunidad, con poco más de 4.000 millones de euros vendidos en el exterior. Su segunda peor cifra del siglo solo por detrás de los 3.992 del 2008. Una hegemonía que el motor venía imponiendo con mano de hierro durante las últimas dos décadas, llegando incluso a acaparar en varios ejercicios uno de cada dos euros exportados desde Castilla y León. Pero la concatenación de crisis de diferente apellido –de componentes, de la covid-19, de los microchips, de suministro, de la transición energética, de precios, o de la guerra de Ucrania– han dibujado una cuesta abajo que sigue sin tocar suelo. Tal es la pendiente que la automoción ha pasado de rozar los 8.000 millones en 2016 –máximo histórico– a exactamente la mitad durante el 2022, según los datos del Ministerio de Industria.

Un descenso de 4.000 millones de euros que, por poner en contexto, supone el 6,5 por ciento del Producto Interior Bruto autonómico. Realidad que no oculta Félix Cano, presidente del clúster de automoción Facyl. «Es verdad que por primera vez la automoción no es la primera en exportaciones, y eso hay que reconocerlo»

A rey muerto, rey puesto. Y aquí es dónde entran las semimanufacturas. El nuevo pope del comercio exterior castellano y leonés culminó el pasado año su ascenso a la cima de las exportaciones autonómicas después de despachar 4.334 millones de euros en productos al extranjero, mil millones y un 30 por ciento más que el ejercicio anterior. Cifra que, además de suponer la más alta de todos los sectores en la Comunidad, también sirve para establecer un nuevo récord histórico para un sector que siempre había vivido a la sombra de las cuatro ruedas. El resurgir de la industria tras el derrape de la pandemia y la apertura de nuevos mercados han impulsado la venta fuera de nuestras fronteras de miles de productos semimanufacturados.

A la par que las semimanufacturas también ha brotado con fuerza las exportaciones del sector alimentario. Casi 3.000 millones de euros salieron del campo autonómico con destino a otros países durante 2022, un doce por ciento más que sirve para anotar otro máximo histórico. De forma paralela a las semimanufacturas, la agroalimentación ha aprovechado el viento de cola cogido durante la pandemia para salir de la crisis de la covid-19 con nuevos mercados y destinos. Factores que han llevado al sector a pasar de un 12 por ciento de peso sobre el total exportador en 2019 a más del 20 durante el pasado ejercicio.

Un cambio de paradigma recibido con dudas entre los empresarios de Castilla y León que, por una parte celebran el fin de la dependencia del motor para anotar buenas cifras exportadoras, pero al mismo tiempo lamentan que esta diversificación se haya producido a la baja. «Vemos positivo ver como otros sectores suben, y eso es algo por lo que nos tenemos que alegrar porque hay sectores que están ratificando la diversificación para tener más sectores exportadores», reconoce a este periódico David Esteban, secretario general de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (CEOE).

El récord se resiste

Catorce mil ochocientos doce millones de euros. En números, 14.812. Esta fue la cuantía exacta que exportó la Comunidad durante el pasado año, ligeramente por debajo del 2021, sustentada sobre los tres sectores mencionados anteriormente, que acapararon el 80 por ciento del comercio exterior castellano y leonés. Un ejercicio en el que hasta cuatro sectores –Alimentación; Materias primas; Semimanufacturas; y Manufacturas de consumo– anotaron su récord histórico, pero que no fue suficiente para sobrepasar los 16.329 millones de euros que la región vendió en 2016. Cifra marcada en rojo en el cuartel general de la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta. Por el momento, la interminable caída de la automoción sigue siendo suficiente para aplacar los buenos números de otros sectores, que esperan el reflote de las cuatro ruedas para que Castilla y León rompa su techo exportador.