Cuatro millones de gallinas en peligro

R.G.R
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Valladolid es el epicentro productivo avícola de España, con 4.221.640 gallinas de carne y ponedoras. Algunas explotaciones cercanas a Íscar anuncian su cierre si no pueden vender sus productos en una semana, mientras que otras asumen pérdidas

110122JT_0102.JPG - Foto: Jonathan Tajes

Crisis y posibles cierres tan solo unos días después de la detección del foco de gripe aviar registrado esta semana en una nave de Íscar, perteneciente a Prokom Ovoproductos. La Consejería de Agricultura y Ganadería reaccionó rápido y delimitó las explotaciones en diez kilómetros. 14 negocios avícolas de diferentes tamaños, cuyos propietarios viven una situación «delicada y preocupante» ante la incertidumbre de lo que pueda pasar en unos días. Pero no solo se trata de las naves de la comarca de Íscar, sino que el resto ganaderos también han comenzado a tomar medidas de producción. Valladolid es el epicentro avícola del país, especialmente la zona sureste de la provincia. Según los datos que maneja la Junta de Castilla y León pertenecientes a 2020 en Valladolid había 4.221.640 gallinas. 3,9 millones en intensivo, que llegaron a producir 1.293 millones de huevos durante todo el año.  

Se podría decir sin miedo a equivocarse que Valladolid es el epicentro avícola nacional y este caso de gripe aviar puede poner en peligro el resto de explotaciones. La preocupación ahora es máxima y aunque por el momento no ha caído la demanda de productos, los ganaderos sostienen que es posible que lo haga en las próximas semanas. Algunos no van a tener más remedio que soportar unas pérdidas importantes. Es el caso de Jaime Cardona, de Cardona Y Velasco Avícola. Hace unos días llevó al matadero de la localidad segoviana de Cuéllar, Uvesa, 60.000 pollos desde su nave de Pedrajas de San Esteban. «Aún tengo otros 60.000 en la nave y ahora me han prohibido sacarlos cuando tenían que haber ido ya al matadero. Los pollos siguen alimentándonse y también tienen que tener luz al precio que está. Todo resultará más caro». 

Es la única situación calamitosa para los productores de la zona. Juan Cay está al frente de una explotación en Megeces. 600 gallinas en ecológico. «No tendré más remedio que cerrar si antes de este fin de semana no me dan los resultados de la analítica de los animales. Este lunes tendría que hacer el reparto habitual a las tiendas de Valladolid y si no puede hacerlo se tendrán que buscar otros proveedores. No tendría más remedio que cerrar». 

José Pililla, de Granja Pinilla, también en Megeces, indicó que se están cumpliendo a rajatabla todos los parámetros de bioseguridad para mantener la producción y se mostró convencido de que la situación puede volver a normalizarse en unos días si no aparecen más casos. El alcalde de Íscar, José Andrés  Sanz, indicó que sí existe cierto nerviosismo entre los responsables de las explotaciones en la localidad después de la aparición del caso de gripe aviar, aunque apuntó que no se debe alarmar a la población. 

Claudia Ramirez es la propietaria de la Granja Hortigosa, en Aldeamayor de San Martín. Sus 1.680 gallinas son camperas, viven gran parte del tiempo al aire libre. Sin embargo, desde la aparición del primer caso en Castilla y León cuando se halló una cigüeña muerta en Palencia en el mes de enero, decidió encerrarlas todo el tiempo. «Es una cosa muy peligrosa porque se pueden morir el 85 por ciento de los animales», comenta mientras lamenta que la calidad de los huevos se ha visto reducida por el encierro. «Afortunadamente, no estamos notando que haya un descenso de la demanda». 

Marina Frutos de Diego está al frente de Pollos de la Aldea, en Aldea de San Miguel. 600 pollos de ganadería ecológica. «Estoy al lado de unas lagunas y desde hace tiempo que decidí encerrarlos porque creo que tengo riesgo. Los animales están muy estresados y todo está saliendo peor, y encima una clienta me comentó que no quería comer los huevos y los pollos de la zona. Se lo expliqué y se quedó tranquila». 

El Colegio de Veterinarios de Valladolid (Colvet) ha asegurado que la expansión del virus que produce la gripe aviar está muy ligado a la migración de las especies silvestres a lo largo de todo el año además de que no hay constancia de que se pueda transmitir a las personas a través de la carne o los huevos.