La delincuencia vuelve a crecer a un ritmo de 50 casos diarios

A. G. Mozo
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El aumento de los 'ciberdelitos', la irrupción de las últimas versiones de la banda del BMW y el regreso de los ladrones itinerantes elevan los casos por encima de los 18.000, el peor índice de la serie. Las denuncias por delitos sexuales se disparan

Operación contra la banda del BMW desarrollada en septiembre de 2021. - Foto: Ical

La vuelta a la normalidad social tras las restricciones provocadas por la pandemia del coronavirus en 2020 y parte de 2021 ha provocado un regreso, también, a la tendencia alcista de las tasas de delincuencia que venía sufriendo Valladolid y que se frenaron en seco gracias a las medidas que se impusieron en la lucha contra la covid, como el confinamiento, el cierre perimetral  y el toque de queda. Sin libertad de movimientos, fundamentalmente por las noches, la actividad de las bandas de ladrones se limitó de un modo drástico, lo mismo que pasó con los grupos especializados que se dedican al hurto itinerante por los centros comerciales.

Pero con el progresivo retorno a a la normalidad postpandémica, la provincia vuelve a reportar datos preocupantes, con la delincuencia disparándose otra vez y dejando ya una media de (prácticamente) 50 casos diarios en Valladolid; de ellos, (casi) 29 se producen en el territorio de la capital, donde, obviamente, se concentra también el grueso de la población.

Estas son las peores cifras de la serie, dejando un incremento del 20% en el último año, que se cerró con 18.073 infracciones penales registradas por el Ministerio del Interior, y un repunte superior al 10% si se compara 2021 y 2016, que es cuando arranca el actual tipo de recuento estadístico de los delitos en España. Nada que ver con los 15.030 contabilizados en el atípico 2020, a una media de 41 casos cada día.

El subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez, entiende que «2020 fue un año totalmente anómalo» y que en 2021 se confirma «la tendencia ligera al alza, aunque constante, que se vio interrumpida por la pandemia» y que deja «solo un leve incremento» desde los 17.941 registrados en 2019. «Una de las explicaciones se encuentra en la proliferación de la utilización de internet, que no solo provoca que estén aumentando las estafas 'online', sino también los delitos contra la libertad sexual», explica el máximo responsable de las Fuerzas de Seguridad en la provincia. Una tendencia que Álvarez Villazán cree que se mantendrá en este 2022.

En este sentido, el subdelegado destaca «la disminución producida en los delitos contra el patrimonio», a pesar de «la reaparición de las bandas de ladrones que, sobre todo, las itinerantes son complicadas de desarticular, porque están durante una temporada muy breve en una zona y desaparecen».

LAS BANDAS

En efecto, el salto por encima de los 18.000 delitos diarios vallisoletanos llega de la mano de la reactivación tanto de las bandas itinerantes de ladrones como las locales, especializadas en la sustracciones de vehículos y los robos con fuerza en negocios. Las últimas estadísticas difundidas por Interior confirman la irrupción de las sucesivas versiones de la banda del BMW a lo largo de un 2021 que empezó con el histórico 'Pirri' al frente y terminó con la detención de su sucesor, 'Rafita', y, ya en 2022, también con los que cogieron el testigo de éste tras su caída en un sucedáneo de la primigenia banda.

Unos y otros han acumulado 140 robos de coches en el último año, casi un 46% más que los 96 de 2020; iguala las cifras de 2019, y supera ligeramente las de 2018 y 2017, aunque no se acerca a los 212 robos de coches que sufrió Valladolid en 2016, cuando la primera banda del BMW, la que lideraba 'Pipi' actuó durante meses fuera de control. «El robo de vehículos está relacionado claramente con la aparición de esas distintas versiones de esta banda», confirma Emilio Álvarez Villazán, en declaraciones a este periódico.

ROBOS EN VIVIENDAS

De entre las bandas itinerantes que operan por todo el país destacan tanto las especializadas en el hurto en los centros y áreas comerciales, como las que asaltan pisos aprovechando que sus moradores no están en ese momento. Respecto a los hurtos, se da un aumento del 22% en la comparativa con el extraño 2020, pero los 3.409 casos denunciados el pasado año no se aproximan aún a los cinco mil de 2018, 2017 y 2016. Los robos en viviendas sí que se acercan ya más a los números que había antes de la pandemia. En el último año se conocieron 557 (más de uno al día), casi un 40% más que el año previo y en el entorno de los seiscientos que se registraban en la provincia en la fase precovid. 315 se produjeron en la capital y entre los grandes municipios, el que tuvo más problema con este delito fue Arroyo, aunque solo con 26 casos de entre su millar de infracciones registradas el último año, más que las 700 de Laguna de Duero y las 600 de Medina del Campo.

El resto de tipos de robos con fuerza (en tiendas, naves, bares y cualquier negocio) se 'recuperan' a un ritmo más lento en la provincia. Los 326 de este último año son solo 41 más que en 2020 y todavía están lejos del medio millar de los años anteriores.

En cambio, en el caso del delito de tráfico de drogas, los índices de delincuencia en Valladolid sí que han crecido, lo que se traduce en un dato positivos, al producirse más detenciones de camellos y narcos. Así, el último año se cerró con 80 arrestos, trece más que en 2020 y convirtiéndose en el mejor registro de la serie, superando incluso los 70 casos de 2016.

DELITOS SEXUALES

Pero si hay un tipo delictivo que aumenta de un modo exponencial es el de los delitos sexuales, que engloba tanto los abusos y violaciones, como los que se ejecutan a través de medios digitales. En 2021 se denunciaron 126 casos de este tipo en Valladolid, más del doble de lo que había hace un lustro, en los años 2016 y 2017, cuando apenas se registraban 58 y 60, respectivamente. Es más ya se denuncia uno cada tres días, casi igual que pasa con los atracos (los robos con violencia).

«No es que se produzcan más delitos contra la libertad sexual que antes, sino que se denuncian más», argumenta el subdelegado del Gobierno, que lo achaca a «las campañas informativas que están siendo muy efectivas».

Además, sorprende el acusado repunte de las violaciones (agresión sexual con penetración) sufrido en la provincia en 2021, cuando se han denunciado 24, el doble que las 12 de 2020 y las 14 de 2018, y el triple que las 7 de 2017; en 2016 fueron tres y en 2019, solo una. 18 de las 24 se produjeron en la capital, una en Medina y el resto en municipios de menor tamaño.