"La educación es la base para transmitir la igualdad"

M.Rodríguez
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La responsable del Servicio de Igualdad del Ayuntamiento, Raquel Carracedo, apuesta por transmitir el mensaje de que la igualdad no discrimina, es todo lo contrario

La responsable del Servicio de Igualdad del Ayuntamiento, Raquel Carracedo

El Centro Municipal de Igualdad y el VI plan municipal de Igualdad y Contra la Violencia de género del Ayuntamiento de Valladolid se hacen protagonistas con motivo del Día Internacional de la Mujer. Este centro, que reabrió sus puertas en 2018 pretende ser una "referencia" en la ciudad. En 2021, a pesar de las limitaciones de la pandemia, atendió 4.500 consultas, 1.500 vía telefónica. "La pandemia frenó mucho la presencialidad", apunta la responsable del Servicio de Igualdad del Ayuntamiento, Raquel Carracedo. Aunque no fue obstáculo para que se organizaran 150 actividades, a las que hay que sumar los 194 talleres que la Concejalía de Igualdad realizó en los centros educativos de la capital que los solicitarion. "Se trabaja mucho en la corresponsabilidad y la concializacíon, además de visibilizar el trabajo de la mujer", reitera.

 

¿Qué balance hace de los casi cuatro años de funcionamiento del centro?

Este centro es muy nuevo. Desde 2018 hasta ahora ha tenido una progresión en positivo. Está dirigido a toda la población y pueden venir todas las personas interesadas en sus actividades.

 

En este tiempo habrán podido testear la percepción general sobre la igualdad. ¿En qué aspectos hay que avanzar para lograr que sea efectiva?

Por lo que vemos aquí hay que avanzar en la participación y la implicación de los hombres. Es algo que fomentamos desde el centro. Buscamos que puedan participar y que vean que también es un centro para ellos. Hay que visibilizar todo lo que hacen las mujeres en todos los ámbitos y es importante que ellos lo vean y forme parte de su vida.

 

Las experiencias acumuladas en los años de funcionamiento, ¿se han tenido en cuenta para la elaboración del nuevo VI plan municipal de igualdad y las sensibilidades sociales que hay que afrontar?

En este sexto plan está integrado tanto la igualdad como la violencia de género, que anteriormente eran planes y textos separados. Ahora vemos que es una parte del mismo continuo y, por lo tanto, es más lógico que estén juntos. En esa transversalidad, en la que también se basa este plan, se busca fomentar la implicación por parte de los hombres. Hay que ver nuevas masculinidades y que el género tiene que desaparecer como concepto en sí mismo porque el concepto es un constructo social que dice que por ser hombre o mujer tenemos diferencia de funciones.

 

¿Cómo se hace todo eso?

Intentamos transmitir que las funciones las hace quien las puede hacer, quien tenga la aptitud para poderlas hacer. Eso es lo que tratamos de comunicar en estas nuevas masculinidades. Tiene que haber más flexibilidad.

 

Ese cambio depende en gran parte de la educación, algo en lo que el centro no tiene competencias, aunque sí actividades. ¿Ven el retroceso en el planteamiento de igualdad en las nuevas generaciones?

La educación es la base fundamental para poder transmitir la igualdad. Sí que es verdad que se ve un retroceso en la juventud en el tema. Lo que es el control por parte de ellos hacia ellas se ha intensificado. Por eso está muy presente en el plan incidir en la educación y en los objetivos de la Concejalía. Por eso se realizan actividades que se dirigen a los centros escolares. Hay talleres donde se intenta que llegue ese menaje.

 

¿Y en esos talleres notan el rechazo a estas políticas con el argumento que generan discriminación hacia los hombres?

Tratamos de transmitir el mensaje de que la igualdad no discrimina, es todo lo contrario. Simplemente vamos con ese mensaje, y cuando nos encontramos con mensajes distintos se intenta confrontar y demostrar que la igualdad es lo que nos hace más justos, más equitativos y cero discriminación. Igualdad es más avance.

 

En el centro también se atiende a colectivos con diversidad sexual. ¿Se nota también que las mujeres sufren más discriminación por su orientación sexual?

Todo lo que es diferente siempre contrasta contrasta y produce un poco de rechazo. Lo que se ve es que para cualquier vulnerabilidad, el hecho de ser mujer la acrecienta. De hecho, parece que les cuesta más comentar o hacer saber cuál es su orientación a las mujeres.

 

¿Ha tenido más impacto la pandemia en las condiciones de vida de las mujeres?

Se ha visto, con números y datos, que las mujeres han sido más castigadas.

 

¿Acuden aquí en busca de ayuda o consejo para salir de esta situación?

Muchas mujeres vienen para informarse de la multitud de actividades de todo tipo que se hacen aquí. Desde aquí se desarrollan planes de inserción laboral y vienen a preguntar. Además, las actividades que tenemos sirven para empoderarlas y que sigan avanzando en los objetivos que tienen. Es un lugar de referencia, donde encuentran un apoyo e impulso.

 

Antes este tipo de centros estaban más asociados a la lucha contra la violencia de género. ¿Haber ampliado su campo de acción hace que sea más fácil para las mujeres acudir a él?

Lo que hacemos es prevención y detección de la violencia de género. Lo que es la atención de las víctimas tiene su propia canalización a través de los servicios sociales y el programa objetivo violencia cero. Y si aquí llega alguna víctima que necesita esos recursos, se le deriva a los CEAS. Esa es una de nuestras funciones, pero también hacemos actividades para empoderarlas y poder abordar mejor su situación.

 

¿Se ha ampliado el espectro de víctimas con la pandemia?

La pandemia ha intensificado la violencia de género. Se está ampliando todo el espectro de la violencia de género. Se está incidiendo en la violencia digital o la vicaria, que es un tema en el que estamos intensificando nuestros esfuerzos. Este cambio se debe a que estamos inmersos en las nuevas tecnologías y es una herramienta que utilizan mucho los agresores.

 

¿La crisis económica se nota más en el ámbito laboral si eres mujer?

Las actividades que tenemos van encaminados a dar la posibilidad de adquirir herramientas y habilidades para que puedan resurgir o insertarse con más facilidad en el mundo laboral.

 

¿Qué perfiles viene a buscar esa ayuda?

Son herramientas en la búsqueda de empleo, en la seguridad en sí mismas y a nivel personal, que se sientan seguras, que tengan asertividad, que sean capaces de enfrentarse a situaciones laborales o estar preparadas para no derrumbarse en un momento determinado.

 

¿Y el perfil?

Los planes de inserción laboral se demandan por mujeres desempleadas, muchas con hijos a cargo, solas, no muy mayores y, sobre todo, que no tienen o han tenido la posibilidad de tener una formación completa que les de facilidad para encontrar un trabajo. Hay muchas extranjeras y víctimas de violencia de género.

 

Después de casi cuatro años de funcionamiento y con todos los servicios y ayudas que describe, ¿considera que el centro es conocido y es una referencia para toda la población?

Intentamos que lo sea. Y nos estamos impulsando a través de las redes sociales. Trabajamos también con el tejido asociativo.

 

Y de cara al futuro, ¿cuál sería el objetivo a alcanzar a finales de año?

Que se instaure como un centro de referencia