Maite Rodríguez Iglesias

PLAZA MAYOR

Maite Rodríguez Iglesias

Periodista


Las malas feministas

11/03/2023

La celebración del Día Internacional de la Mujer este 8 de marzo ha quedado este año desvirtuada por las divisiones entre el movimiento feminista. Pero sobre todo por la bronca política derivada de los efectos de la ley del 'solo sí es sí' y de la que se ha abierto con la propuesta de reforma por parte del PSOE, apoyada por los partidos de derechas y criticada por sus socios. Un cóctel al que se suman los cuestionamientos de otros partidos como Vox de las políticas de igualdad y las medidas contra la violencia de género.
El ruido lleva tiempo haciendo que el foco de la política no se centre en la realidad y solo enfoque a los debates ideológicos, lícitos, pero que se alejan cada vez más de los problemas y aspiraciones de la población, en este caso de los de muchas mujeres que ya no saben con quién identificarse. Una situación que no es nueva, como advertía hace unos días en una entrevista la escritora Margaret Atwood, autora del  relato ficticio feminista más conocido, sobre todo por la serie que inspiró. Sus más de ocho décadas de vida le permiten recordar que dentro del feminismo siempre hay peleas y no todas somos iguales. Tenemos diferentes opiniones. Pero sobre todo advierte, que esas divergencias o la actitud no seguidista de las consignas que imperan no pueden derivar en la cultura de la cancelación. Ella lo ha sufrido en primera persona e incluso la llegaron a calificar de mala feminista las mismas que meses antes la elevaron a guía espiritual del movimiento. «Las malas feministas como yo no somos aceptables ni para la derecha ni para la izquierda. En épocas de extremos ganan los extremistas».
Por eso no se puede renunciar al diálogo para seguir trabajando por la igualdad porque ese es el motor del feminismo, no la exclusión. «Si no puedes debatir algo... Cancelar las discusiones sobre lo que no te gusta es propio de dictadores…», recalca la escritora. Y hay mucho que debatir. En la agenda política todo se está focalizando en la modificación de la ley del 'solo sí es sí', pero si se huye del ruido siguen faltando muchas políticas de conciliación. No sería justo no reconocer los avances en esta materia, pero el cuidado de los más pequeños y de los dependientes sigue recayendo mayoritariamente en las mujeres, igual que las tareas del hogar. Lo mismo sucede con los techos de cristal y salariales, pero este 8-M se ha hablado poco de eso.