Desde una llamada al mes hasta una patrulla las 24 horas

A.G.M.
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El sistema VioGén establece el nivel de riesgo de la víctima de un modo automatizado en función de las respuestas que ofrece la mujer denunciante a un cuestionario de valoración de 39 preguntas

Detenido un hombre por apuñalar a su pareja en Santa Ana - Foto: Nacho Gallego (EFE)

El sistema VioGén de seguimiento integral de los casos de violencia de género se puso en marcha en 2007 en España, un par de años después de la entrada en vigor de la Ley 1/2004, aunque fue en el verano de 2016 cuando Interior dio un paso más al incluir en el protocolo de actuación de todas las fuerzas de seguridad un test con el que automatizó los estudios que determinan el grado de riesgo de cada víctima. El denominado formulario de Valoración Policial del Riesgo (VPR) es un cuestionario de 39 preguntas en el que la mano del agente que recibe la denuncia solo puede intervenir para elevar el nivel de alerta.

El policía o guardia civil que se encarga de abrir ese caso tiene que ir haciendo todas las preguntas de un test cuyo resultado queda grabado en los sistemas policiales (el propio atestado),  judiciales (se le comunica tanto al juzgado como al fiscal) y gubernamentales (el propio VioGén). ¿El agresor tiene antecedentes policiales por violencia de género a otras parejas? ¿Tiene acceso a armas de fuego o a otras armas? ¿Agrede físicamente a terceros y/o animales? ¿En los últimos seis meses ha mostrado celos exagerados?... Son algunas de las 39 preguntas del cuestionario.

Una vez se determina el grado de riesgo, el caso entra dentro de la base de datos de VioGén, ya con su valoración y de activación inmediata sin tener que esperar a que se pronuncie el juez y que se mantiene vigente aunque no se dicte una orden de protección judicial. Puede incluir llamadas con mayor o menor periodicidad, visitas o incluso una patrulla las 24 horas del día.

El nivel de riesgo más bajo que hay en VioGén es el 'no apreciado' en el que los agentes se limitan a «informar a la mujer de todos los recursos disponibles a los que puede acceder». 328 de los 620 casos activos que hay ahora en la provincia son de este tipo.

Hay otros 250 en el nivel 'bajo' de riesgo, en el que ya «se da a la mujer un teléfono de contacto permanente» y que conlleva que un agente «contacte telefónica o personalmente con la víctima de un modo discreto». Además, si el agresor tiene armas, se iniciará un proceso para retirárselas. 

En el nivel 'medio' están solo 41 mujeres en Valladolid ahora, unas víctimas sobre las que «se llevan a cabo controles ocasionales, se plantea el ingreso de la víctima en un centro de acogida y a veces se controla al agresor a través de un dispositivo telemático». 

Solo la situación de una llega al nivel 'alto' de riesgo. La teoría de VioGén dice que se la «invita a ir a un centro de acogida o a cambiar de vivienda», pero también deben hacerse controles en el domicilio y en el entorno laboral frecuentes», así como vigilancias «aleatorias» al agresor. 

Cuando la valoración habla de un riesgo 'extremo' «la protección de la víctima es permanente y, si es necesario, se vigilan las entradas y salidas de los hijos en el colegio, con un control sobre el agresor «exhaustivo».

Este protocolo se actualizó en 2019 y también determina que se debe identificar tanto a la víctima como al agresor y consultar en el sistema si ya están dados de alta.