Jesús Quijano

UN MINUTO MIO

Jesús Quijano

Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid


Una dura prueba

19/10/2020

Son muchas las cosas que la pandemia está poniendo a prueba, y de todo tipo. Actitudes personales, reacciones humanas, comportamientos sociales; pero también se han puesto a prueba aspectos más estructurales, de esos que afectan a la ordenación de la sociedad en su conjunto, a su bienestar y a los servicios colectivos que resultan imprescindibles en estos momentos. Lo más inmediato, y lo más evidente, es todo lo relacionado con el funcionamiento de la sanidad, por obvias razones. Todo lo que está sucediendo cuestiona precisamente eso, la capacidad de respuesta del sistema sanitario en su conjunto, y, más especialmente aún, del sistema sanitario público.

Con toda seguridad, todos estaremos formando un juicio de valor, en el que la información de la que dispongamos, o la percepción que tengamos a partir de experiencias personales, o de experiencias ajenas que hayamos tenido oportunidad de conocer, estarán influyendo de manera directa. Desconozco si se han hecho estudios con rigor suficiente en estos tiempos para conocer con suficiente fiabilidad el estado de opinión a este respecto; es posible que les haya, y, en todo caso, es seguro que les habrá, porque se trata de un tema de interés de indudable relevancia. En el pasado, la imagen que predominaba entre nosotros sobre nuestro sistema sanitario era claramente positiva. Escuchábamos incluso a personas de otros lugares reconocer que una de las razones por las que decidían asentarse aquí, fuera temporalmente en sus vacaciones o viajes, fuera permanentemente ya en su jubilación, era precisamente ésta: la calidad general de nuestra sanidad, donde decían recibir una atención más rápida, más accesible, más eficaz y más económica que en sus países de origen. Y eso nos alegraba.

Creo que hay motivos para pensar que esta imagen no haya cambiado. Todo sistema sanitario es un conjunto complejo de medios materiales, de profesionales, de pautas y protocolos de funcionamiento. La intensa prueba a que se ha visto sometido el nuestro habrá puesto en evidencia algunas insuficiencias, sin duda. Pero, a pesar de eso, su capacidad para adaptarse a una situación tan tremenda como la que vivimos, con prontitud y con eficacia, merece que la estima general se mantenga elevada. Lo que, además, será bueno para abordar como prioridad las mejoras que necesite.