El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha mantenido este lunes varias reuniones con organizaciones como Fecosva y CEOE relativas a la propuesta de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y ha apuntado que el equipo de Gobierno estudiará "todo" lo que se le plantee, pero ha matizado que debe ir acompañado por "argumentos científicos" y no "por impresiones".

Así lo ha explicado el regidor vallisoletano este lunes, después de reunirse con representantes de la Federación de Comercio y Servicios (Fecosva) y antes del encuentro con CEOE Valladolid, previsto para las 13.00 horas.

En el caso de la organización de comerciantes, han manifestado al alcalde la intención de presentar alegaciones a la ordenanza que regulará la Zona de Bajas Emisiones, vinculada al Plan Municipal de Calidad del Aire que se aprobó en el Pleno de la pasada semana, y Puente ha asegurado que el equipo de Gobierno las estudiará.

El regidor ha abierto la puerta a buscar "soluciones y matices" dentro de la propuesta de Zona Básica de Emisiones, pero ha advertido de que "todo tiene que tener un estudio detrás", porque asegura que la propuesta que ha planteado el Consistorio y que eleva de 1,4 a 3,1 kilómetros cuadrados la superficie sometida a esta regulación sí que tiene ese estudio.

"No partimos de impresiones, de que mis clientes dicen que puede afectar, sino de datos científicos, de informes y herramientas informáticas de las que disponemos", ha señalado Puente, que ha defendido que la dimensión de la ZBE propuesta actualmente "no es un capricho".

"La propuesta es lo que tanto los técnicos de Medio Ambiente como los de movilidad nos han dicho que era lo más eficiente, no sólo para reducir la contaminación, sino para mejorar la movilidad en la zona central de la ciudad", ha insistido el alcalde, que ha subrayado los principios de "información y racionalidad" con los que asegura que se ha establecido esta ZBE.

En cualquier caso, ha recordado que la ZBE es una "obligación legal" que tiene que estar en marcha antes del 31 de diciembre de 2023.