«No voy a ver hecho el Campus de la Justicia como decano»

Alfonso G. Mozo
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Entrevista a Javier Martín, decano del Colegio de Abogados de Valladolid

Javier Martín, decano del Colegio de Abogados de Valladolid. - Foto: J. Tajes

La entrevista se hace el martes 12 de julio, Día de la Justicia Gratuita, así que no es ninguna casualidad que Javier lleve en la solapa un par de chapas reivindicativas sobre uno de los asuntos que más ampollas levanta entre los abogados; cuatro de cada diez letrados vallisoletanos está adscrito al turno de oficio, lo que supone muchas veces trabajar gratis o cobrar con meses de retraso. Y eso  Javier Martín lo sabe muy bien, ya que antes de ser el decano, fue el responsable del turno de oficio del Colegio y es uno de sus caballos de batalla de siempre. Aunque no el único, porque no le ha frenado su ímpetu ni las vicisitudes vividas por el sector durante la pandemia.

¿Cuál es el estado de salud de la abogacía vallisoletana?

Teniendo en cuenta los dos años de pandemia, el estado de salud es bueno, aunque, como en todos los ámbitos, se nota la crisis, pero la costa va razonablemente bien.

¿Ha provocado muchos cierres de despachos?

No tengo la sensación de que haya caído mucha gente, aunque sí que he notado que ha habido mucha jubilación, dejando el ejercicio de la profesión. Esto es algo que antes no ocurría, puesto que la gente se jubilaba para cobrar la mutualidad pero seguía ejerciendo. En cambio, en estos dos años, la gente que se ha jubilado ha dado el portazo y ha dejado la profesión del todo.

¿Por qué cree que ha ocurrido?

Pues supongo que si un abogado ya está de salida y sufre los dos años tan complicados que hemos tenido, pues lo más normal es que se deje la profesión. Además de que se ha complicado todo mucho con las tecnologías, esta profesión se ha deshumanizado un poco, diría yo.

¿La justicia telemática continúa funcionando en Valladolid o la progresiva vuelta a la normalidad se la está llevando por delante?

Continúa funcionando, pero ya se va notando que muchos juzgados empiezan a volver a la normalidad y cada vez hay más presencialidad. La realidad es que se están dejando las vistas telemáticas únicamente para audiencias previas, que son actos procesales únicamente con los profesionales, pero los últimos señalamientos de juicios todos son ya presenciales.

¿Es más difícil ser abogado en un juicio telemático?

Es que cambia mucho. Cuando hay mucha prueba, sobre todo. Y más en Valladolid, una ciudad pequeña en la que la presencialidad te da la vida: el ver a la gente, charlar... Es que cualquier conflicto pequeño se engrandece cuando no hay trato personal directo, con tanto correo para allá y para acá. Te encuentras con una persona en el pasillo de los juzgados, lo charlas y se soluciona en dos minutos. Yo lo noto mucho, la verdad.

¿Fue difícil acostumbrarse a esa nueva forma de trabajar?

Al principio, sí. Valladolid fue de las ciudades pioneras y en los inicios sobre todo, allá por mayo y junio de 2020, sí fue complicado porque se cortaba la comunicación, no se oía... Ya no solo el sistema tenía que ser bueno, sino también la conexión de cada uno.

«Aunque sea feo decirlo, a la abogacía una crisis económica le da más asuntos, más trabajo»

 

¿Y cómo se vislumbra el futuro con una crisis económica en ciernes que todos dan por segura?

Las crisis económicas nos afectan a todos y, económicamente, vamos a estar todos peor, porque no es bueno para nadie. Pero, aunque sea feo decirlo, una crisis económica a la abogacía le da más asuntos, más trabajo. Porque se judicializan muchos más temas, surgen más conflictos... y, al final, es trabajo.

¿Los juzgados están preparados para afrontar esta crisis?

No, hay jurisdicciones en las que se necesitan más medios. Laboral, por ejemplo, aunque hayan creado un Social 5, sigue teniendo carencias porque hay procedimientos que se están demorando un año y hasta año y pico para el señalamiento del juicio; sobre todo, lo que se atasca son casos de accidentes laborales y de incapacidades.

¿Y cómo va Primera Instancia 4, el juzgado encargado de los asuntos abusos bancarios?

Pues está bastante colapsado. Quizá se creó sin los medios personales suficientes y pensaban que iban a ser solo las cláusulas suelo, que no llegarían más, como la cláusula de gastos. Y ahora, sí, cuentan con cuatro juezas, pero necesitan más personal. El problema que surge es que los bancos no están pagando y se está dando lugar a ejecuciones. Como discuten cada tasación de costas, hay una impugnación y eso da más trabajo.

«Pese a que han creado el Juzgado de lo Social 5, sigue habiendo carencias. Hay procedimientos que se demoran año y pico solo para el señalamiento del juicio»

¿Familia es otra jurisdicción en la que se viene pidiendo la llegada de un cuarto juzgado para Valladolid?

El juez decano decía el otro día que en Familia haría falta otro juzgado más porque se ha incrementado mucho la actividad después de la pandemia.

El Día de Valladolid publicaba hace unos días que el Ministerio de Justicia aún no ha solicitado al Ayuntamiento la cesión del viejo colegio El Salvador para iniciar los trámites del futuro Campus. ¿Qué opinión le merece este cúmulo de retrasos por unas u otras causas?

Yo le veo un horizonte complicado al Campus de la Justicia...

¿Sabía que esto estaba parado?

El año pasado, no sé si en marzo o en abril, me reuní con el alcalde, Óscar Puente, y uno de los temas que tratamos fue el del Campus de la Justicia y él se comprometió a mantenerme informado de cada novedad que hubiera. Me dijo que quería tener en cuenta a todos los operadores jurídicos.

¿Le ha llamado?

Desde aquel día no he tenido ni una sola llamada sobre el Campus de la Justicia, con lo que entiendo que no la ha habido. Es más, con esa partida presupuestaria, que creo que es de 100.000 euros, no da ni para redactar el proyecto.

¿Vislumbra ese día en el que de verdad todos los juzgados estén ya en el entorno de San Pablo?

Pasa el tiempo, allí no entra nadie y eso no se levanta en dos meses... Javier Carranza, el presidente de la Audiencia Provincial de Valladolid, no sé si es porque es más optimista o porque tiene más información, me decía hace poco que espera que en 2027 esté ya hecho. En cambio, yo creo que no voy a ver hecho el Campus de la Justicia, al menos como decano.

Tampoco están muy contentos con la actitud del Ministerio con el turno de oficio...

A los problemas ya endémicos de pagos de cantidades muy pequeñas y retrasos en los pagos, ahora se une el incumplimiento de un pacto que se plasmaba en el Reglamento de Asistencia Jurídica Gratuita, que era que los procedimientos penales en los que el abogado intervenía y se denegaba el beneficio de justicia gratuita porque el justiciable no colaboraba (porque no aportaba documentación, por desidia...) se iban a cobrar sí o sí. Así aparece en el artículo 42 de ese reglamento que es de marzo de 2021. Pues resulta que ahora el Ministerio dice que no, que no lo paga.

¿Por qué?

Porque la aplicación informática solo paga por asuntos con justicia gratuita concedida. Pero eso es un montante económico importante y es una injusticia para el abogado que curra día a día, haciendo un procedimiento penal completo y luego no se le paga nada. Eso es el colmo, es estirar la cuerda mucho.

¿De cuánto dinero hablamos en Valladolid?

Alrededor de unos ocho mil euros cada mes. Esto es algo que se da con cierta frecuencia.

Y para colmo han vuelto otra vez los retrasos...

Estaba todo muy tranquilo hasta hace poco. A estas alturas solo han pagado parte de marzo y estamos en julio. Se han comprometido a pagar todo este mes, pero me cuesta mucho creer en los compromisos del Gobierno.

¿A cuántos profesionales le afecta esta situación en Valladolid?

Valladolid no es una ciudad en la que se pueda vivir solo del turno de oficio, como puedan ser Madrid y Barcelona. Pero supone una ayuda incuestionable para el que empieza y para muchos despachos. De 1.260 colegiados en ejercicio, 544 están apuntados voluntariamente al turno de oficio, es decir, afecta a muchos profesionales.