Los dos principales exponentes del balonmano vallisoletano tienen prácticamente cerradas sus plantillas para la temporada 2022-23. Tanto el Recoletas Atlético Valladolid como el Caja Rural Aula Valladolid presentarán muchos cambios respecto al último curso para afrontar un 'cambio de ciclo' necesario, y obligatorio por el tema económico, en ambos casos.
Los gladiadores azules, bajo la batuta de David Pisonero, renovado este año por cuatro temporadas más, ha anunciado en el último mes seis caras nuevas: los brasileños José de Toledo y Henrique Petter Solenta, el hispano-colombiano Daniel Virulegio, el hispano-brasileño Pedro Martínez, el macedonio Dimitar Dimitrioski y el italiano Nicolo D´Antino. Aunque puede haber alguna sorpresa más, las bajas confirmadas son las de Dani Ramos, Guillermo Fischer, Paolo Roki, Dani Pérez, Arthur Patrianova, Sergio Casares, Jorge Serrano y Diego Camino (falta por hacerse oficial la de Miguel Martínez, camino de Francia). Es decir, pueden ser hasta nueve las salidas.
Por su parte, el Aula tiene ya cinco fichajes anunciados (faltan dos por ser oficiales): María Prieto O'Mullony, Laura Bazco, Alicia Robles y las argentinas Caterina Benedetti y Fiorella Corimberto; y ocho bajas: Lulu Guerra, Cristina Cifuentes, Elena Cuadrado, Danila So Delgado, Malena Valles, Sara Molés, Rafaela Bergara e Isabel Colías.
Peñas, en un partido del Aula.Es decir, los dos presentan una profunda renovación en sus filas y un cambio de ciclo.
«Es el que requiere un contrato largo. Si nos vinculamos a largo plazo, hay que cambiar cosas», reconoce David Pisonero sobre lo que se va a vivir en el Recoletas Atlético Valladolid: «El año pasado fichamos por necesidad. Este año hemos podido elegir. Hemos apostado por jugadores jóvenes contrastados, que no se vayan a ir en un año y que valgan. Gente de proyecto». Su idea es ir poniendo las bases de ese proyecto que en dos años pueda crecer.
El 25 de julio arrancarán la pretemporada los gladiadores azules, con un calendario de amistosos ya cerrado, que les medirá al Frigoríficos Morrazo Cangas, Bathco BM Torrelavega, Ademar, Sporting de Lisboa y Club Balonmano Burgos (a expensas de la Copa Castilla y León).
«Nuestro primer objetivo es asentarse. Volver a tener la tranquilidad de quedarnos en Asobal. Pero queremos ser ambiciosos y a no muy largo plazo meternos en la Copa del Rey», deja claro Pisonero.
«A las ya anunciadas y las que faltan se podría unir otra pivote», explica Miguel Ángel Peñas, técnico y alma máter de un Caja Rural Aula Valladolid que afronta una nueva revolución en su plantilla: «Más que nunca y muchas importantes. Las jugadoras que hemos fichado serán del estilo Aula, bregadoras, trabajadores y de fuerza defensiva. De correr para delante y para atrás».
La plantilla será muy joven (solo 4 jugadoras son mayores de 22 años): «Es a lo que se puede acceder. Es un reto más, de los más complicados».
Aún faltan por confirmarse las llegadas de la cántabra Lydia Blanco para el extremo izquierdo; y de Irene Botella, en el pivote, además de una tercera en la que están trabajando.
El 1 de agosto arrancarán los entrenamientos de pretemporada, con seis amistosos antes del inicio de una Liga que cambia de sistema, con unos playoff por el título entre los ocho primeros: «Va a ser más divertido. El último mes de competición va a ser más emocionante. Mes a vida a muerte. Este es el año en el que quedar octavo es un éxito porque la diferencia entre los 'grandes' se ha distanciado».
Los dos equipos, que volverán a convivir en Huerta del Rey, buscan un profundo cambio de ciclo y nuevos retos.