«Los investigadores aquí no llegan a fin de mes»

Óscar Fraile
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El presidente de la asociación Iniciativa de jóvenes investigadores, Andrés Dueñas, asegura que la mayoría de estos profesionales opta por irse al extranjero por este motivo

El presidente de la asociación Iniciativa de jóvenes investigadores, Andrés Dueñas. - Foto: Jonathan Tajes

Nacido en Valladolid, Andrés Dueñas es un firme defensor de los derechos de los jóvenes investigadores. Tanto es así que desde marzo de 2021 preside la asociación Iniciativa, que integra a todos los de la Universidad de Valladolid. 

¿Ser joven e investigador en España significa estar condenado a la precariedad?

Ser investigador es una carrera de fondo. Al principio es bastante complicado salir adelante con los pocos medios, sobre todo económicos, de los que disponemos. Las personas que están haciendo una tesis tienen un salario que es poco más que el Salario Mínimo Interprofesional. Cuando terminas esa tesis, te vas al paro y tienes que encontrar una plaza. Sí que es cierto que el actual rector llevaba en su programa los 'contratos puente' que abarcan desde la defensa de la tesis hasta que encuentras una plaza de ayudante doctor. Yo creo que se hará para el año que viene. La mayoría de los investigadores, sobre todo en la parte de ciencias puras, se va al extranjero, y esto supone que la inversión que han hecho las universidades se aprovecha en otros países. ¿Por qué? Porque allí se vive mejor y aquí es difícil llegar a fin de mes con un sueldo de ayudante doctor que no llega a 1.500 euros netos. Así es muy complicado alquilar una casa y formar una familia, sobre todo con esta inflación.

¿También hay desequilibrios territoriales dentro de España?

Muchos. Es cierto que Castilla yLeón cuenta con un programa propio de contratos predoctorales para que los investigadores inicien sus investigaciones con la tesis doctoral, cosa que no sucede en otras comunidades, pero son claramente insuficientes. Hay un dato que lo demuestra: la UVa en la última convocatoria ha convocado más contratos que la Junta para toda la Comunidad. Es un sinsentido. Las asociaciones de jóvenes investigadores decimos que hay que llegar a los cien contratos, y ahora hay alrededor de 70. El personal docente e investigador de Castilla yLeón cobra un diez por ciento menos de salario bruto que la media española. Por ejemplo, en cualquier universidad de Andalucía el salario de un profesor ayudante doctor es un 23 por ciento superior al de cualquier universidad de Castilla y León. A esto contribuye que en otras comunidades se paga los complementos salariales, y aquí eso no sucede.

Ustedes llevan meses denunciando este impago, incluso llegaron a avisar de que podrían recurrir a la vía judicial si no se pagaban. ¿En qué punto se encuentra esta negociación con la UVa?

Así es. Desde Iniciativa hemos tenido conversaciones con el rector y el vicerrector de Investigación y siempre nos han escuchado y se han mostrado empáticos con este problema. Están estudiando cuál es la mejor solución. Pero lo cierto es que esa solución no ha llegado todavía, a pesar de que en los últimos cuatro años la UVa ha ampliado la oferta de empleo público y se trata mejor a los investigadores. Yo confío en que se pueda solucionar, aunque nos dicen que es complicado y todo lo fían a un posible acuerdo en el marco del convenio colectivo. Nosotros decimos que por encima del convenio está la ley, y el Estatuto de Trabajadores dice que no puede haber discriminación por motivo de salario entre los trabajadores temporales e indefinidos. Y no puede haber discriminación entre las universidades públicas de Castilla yLeón con las de otras comunidades. Si al inicio de 2023 no se ha llegado a una solución, plantearemos otras opciones. Somos conscientes de que nosotros reclamamos esto a nuestros empleadores, que son las universidades, pero para eso estas instituciones necesitan financiación, y la Junta no da lo suficiente.

¿Hay buena cantera de investigadores en Valladolid?

Yo creo que es muy buena. La mayoría de los investigadores que han defendido sus tesis en la UVa y luego han podido permanecer en la carrera investigadora, lo han hecho. Además, estamos en un momento en el que cada vez hay más interés en la carrera investigadora.

¿Están satisfechos con el número de contratos predoctorales y postdoctorales de la UVa?

Todo se puede mejorar, esto es cuestión de prioridades, aunque ahora vamos a vivir un momento complicado por la inflación y por gastos con los que no se contaba. Creo que la UVa tiene un buen programa de predoctorales, pero no tanto en los postdoctorales. Esos contratos se pueden aumentar y financiar mejor.

¿Qué nivel de fluidez tiene la transferencia de conocimiento para que el resultado de las investigaciones llegue a aplicarse en la Administración y en el sector privado?

Muy bueno. Un buen ejemplo es el hecho de que las empresas de automoción se interesen por estar en Valladolid porque hay un buen cuerpo de ingenieros y un campo tecnológico capaz de transferir este conocimiento. Es el caso de la empresa de autobuses que se va a instalar aquí. Hay una 'emigración' de lo público a lo privado que no tiene por qué ser mala; al contrario, yo creo que es buena, porque de esta manera revertimos en la sociedad lo que se ha invertido en dinero público con nosotros.

¿Cree que la actividad investigadora suficiente peso en los presupuestos de las diferentes administraciones?

Antes de la pandemia nos movilizamos dentro de la Federación de Jóvenes Investigadores para pedir que se aumentara el presupuesto para ciencia e innovación a un dos por ciento del PIB, que es la media de la Unión Europea. Todos los grupos parlamentarios firmaron ese documento, pero hasta ahora no se ha hecho, ni parece que se vaya a hacer en los próximos Presupuestos Generales del Estado. Hay buenas palabras, pero a la hora de la verdad, las políticas dejan bastante que desear.

¿Por qué cree que cuesta tanto trasladar esas buenas palabras a los presupuestos?

Vivimos en un periodo de políticas cortoplacistas, de continuas campañas electorales donde únicamente está puesto el foco en conseguir el máximo de votos en las próximas elecciones. Por eso es complicado poder desarrollar una política con una mirada más a largo plazo. Otro motivo es que la Universidad siempre genera un espíritu crítico, y eso es molesto. Por eso quizá prefieran invertir en otras cuestiones.

El pasado verano se modificó la Ley de la Ciencia con el objetivo de mejorar las condiciones de los jóvenes investigadores a través del fomento de la contratación indefinida. ¿Qué le parece el cambio?

Es un avance, pero estos avances deberían ir acompañados de apoyo económico a las instituciones investigadoras y a las universidades. Si no es así, es pan para hoy y hambre para mañana. Si no hay más financiación, puede que mejore la situación de los jóvenes investigadores, pero habrá que recortar en otras partidas.