Probablemente no haya en el fútbol vallisoletano otro entrenador que haya dirigido a clubes o selecciones en tantos países. Lo ha hecho ya en Libia, en Baréin, en Estados Unidos, en India, en Mongolia... aparte de en su Valladolid, donde comenzó en clubes como el Arces, el Betis, el Íscar, el Villa de Simancas o el Promesas. A primeros de enero se embarcó en su nueva aventura en un fútbol a caballo entre el amateurismo y el profesionalismo, a casi 11.000 kilómetros de su casa, en Camboya.

"Hay mucho trabajo por delante. Es un nuevo proyecto, con un cambio a realizar casi desde el amateurismo. Pero estoy muy contento porque me gusta lo que hago y eso me da felicidad", señala el vallisoletano desde Takéo, una localidad de unos 40.000 habitantes a 90 kilómetros de la capital de Camboya, Nom Pen. Allí aterrizó la segunda semana de enero y comenzó a preparar la temporada 2022, por la que ha firmado, que comenzará a primeros de marzo con el Kirivong Sok Sen Chey: "Habrá cambios en el formato, con más exigencia de la Federación para elevar el nivel del fútbol de Camboya".

Retamero llevaba desde 2018 sin dirigir. Su último proyecto había sido en el Neroca en la India. Y ya tenía ganas. "Los primeros días se afrontan con mucha expectación, todo es nuevo. Es un club con ganas e ilusión, se va a hacer campo nuevo, instalaciones nuevas; de ser amateur a pasar a ser más profesionales", añade.

Manuel Retamero, en un entrenamiento en Camboya.

Los primeros pasos han sido con los jugadores locales y con el primero de los extranjeros que tendrá, de origen camerunés. Ya ha jugado un par de amistosos que, como asegura, les han hecho ver la realidad en la que se encuentran. La pasada temporada su equipo, el Kirivong, fue octavo de once equipos; y en este curso quieren acabar quintos: "Después de ver la realidad les he dicho que hay que ir poco a poco, ojalá quedemos entre los 5 mejores, pero la diferencia de trabajo con otros clubes es muy grande. Todos los éxitos que lleguen en un espacio de tiempo corto, bienvenidos, pero no se pueden poner esos objetivos porque viendo lo que he visto es improbable".

Aunque ya hizo algo similar en Mongolia, donde peleó por todos los títulos con un equipo muy joven, "algo que puede tener cierta semejanza a lo que hay aquí... ojalá". "Lo importante, y se lo he dicho al club, se crezca con un proyecto sólido y se den pasos hacia delante y hacia arriba. Y no que se suba y se baje como dientes de sierra. Creo que se están dando cuenta de cómo es el fútbol y el proceso que conlleva", añade.

Del país poco ha disfrutado, aunque asegura que es maravilloso, "con mucha paz y tranquilidad donde vivo"... aunque tiene claro qué es lo que echa de menos: "A mi madre y a mi hija".