El VRAC ha anunciado, mediante un comunicado, el regreso al trabajo de su cantera para el mes de septiembre. "Teniendo en cuenta, en todo caso, que esta planificación aún está sujeta a una provisionalidad dependiente del discurrir de la pandemia, y sujeta por tanto a posibles modificaciones obligadas por estamentos superiores o por directrices sanitarias", se señala.

Así, los campos de Pepe Rojo y de Terradillos acogerán desde el 7 de septiembre a las categorías de sub 14, sub 16 y sub 18. Una semana posterior al inicio del curso escolar (9 de septiembre) será el turno de los sub 6, sub 8, sub 10 y sub 12.

Durante las primeras semanas, y hasta que la situación permita retornar a la normalidad plena, se añade desde el club, las actividades consistirán en ejercicios individuales o en grupos pequeños, evitando el contacto y potenciando un entrenamiento físico y técnico de carácter individual, adaptado a cada categoría, y poniendo especial interés en que sea útil para el aprendizaje del rugby y divertido. Los entrenadores adaptarán las sesiones a estos parámetros.

El VRAC, desde su comisión covid, ha establecido una serie de medidas de seguridad, que se exponen a continuación:

Todo aquel que entre en las instalaciones deportivas lo hará con mascarilla.

Está prohibido intercambiar, o prestar, toallas, botellas de agua o cualquier cosa que pueda ser objeto de transmisión viral.

No se podrá traer comida de ningún tipo a los entrenamientos.

No se podrán usar duchas ni vestuarios.

Habrá puntos de higiene en la entrada de los campos (gel, papel y papelera).

Se limpiará todo el material antes y después de cada entreno.

Se minimizará al máximo la cantidad de material a emplear (en un principio solo se usarán conos, balones y escaleras).

Se compondrán grupos cerrados en cada categoría, nunca mayores de 10 personas+2 técnicos (cada categoría se dividirá en varios grupos, cerrados), y esos grupos entrenarán siempre en el mismo lugar, con el mismo material y con los mismos entrenadores. Se proporcionará un mapa donde se reflejen todos los espacios asignados a cada grupo. Se controlará rigurosamente la asistencia a los entrenamientos, dentro de esos grupos.

Los entrenamientos serán cortos e intensos.

Los entrenamientos serán a puerta cerrada, y los familiares habrán de quedarse fuera de los recintos deportivos. Es probable que tengamos que escalonar los horarios unos minutos, para evitar aglomeraciones. Los padres habrán de abandonar el recinto nada más dejar a los jugadores en el mismo.

Durante estas primeras fechas, no habrá servicio de autobuses.

Los padres o responsables de los jugadores habrán de firmar un documento donde asuman que entienden que el jugador no presenta síntomas de la covid, y que está apto para entrenar.

Hay que tomarse la temperatura antes de cada entrenamiento, antes de salir de casa. Si se presenta fiebre no se debe asistir a dicho entrenamiento.