Un gran Sierra en la portería irundarra y las pérdidas de balón del Recoletas impidieron a éste dar la sorpresa ante el segundo clasificado (27-30), a pesar de que los locales lucharon hasta el final y de que tuvieron sus opciones en un encuentro aplazado en su día por los casos de covid-19 del Bidasoa.
Como había advertido el técnico vallisoletano en la previa del partido, David Pisonero, tenían una bola extra, y muy poco que perder, por lo que su equipo salió a dar el 120% para tratar de sorprender al potente Bidasoa, que aprovechó la profundidad de banquillo desde el inicio.
De ahí que tomaran la iniciativa en el marcador, con un acertado Jorge Serrano, tanto desde el extremo como desde la línea de siete metros, una buena circulación de balón en ataque, buscando y esperando bien los espacios y una seria y organizada defensa, aunque resultaba complicado frenar a Dariel García en el extremo. De hecho, fue el máximo anotador del cuadro irundarra en la primera mitad, en la que Jacobo Cuétara fue ajustando la defensa, sobre todo, tras el tiempo muerto del minuto 20, que complicó el ataque de los vallisoletanos, dando las riendas del juego al conjunto visitante.
Los gladiadores azules aguantaron el envite y, si bien la renta del cuadro vasco alcanzó los dos goles, a falta de dos minutos para el descanso, Jorge Serrano logró empatar y Julen Aginagalde hizo valer su experiencia para volver a dar ventaja a su equipo, al término de los treinta primeros minutos (16-17).
No comenzaron bien los locales la siguiente mitad, ya que Sierra comenzó a reclamar protagonismo en la portería vasca y eso se tradujo en una renta de tres goles (17-20) para Bidasoa, que David Pisonero trató de atajar con un receso y con un cambio en la meta local, que pasó a defender Lamariano. La decisión tuvo buenos resultados, ya que el tándem defensa-portería permitió a los vallisoletanos dar la vuelta al marcador (22-21) y mantener las espadas en todo lo alto.
Pero a pesar de perder a Dariel García por roja directa en el minuto 37, Bidasoa no cedió ni perdonó ninguna pérdida del cuadro local. Además, Sierra se convirtió en una muralla infranqueable, lo que terminó de dar alas a los irundarras, que si bien acusaron el cansancio de su participación europea, pusieron en valor sus rotaciones y cerraron las opciones de un Recoletas que dio la cara hasta el final.
Ficha técnica:
27 - Recoletas Atlético Valladolid (16+11): César Pérez, Borja Méndez (2), Ramos (2), Patrianova (3), Miguel Martínez (5), Jorge Serrano (9, 5p), Miguel Camino (3), Fischer (-), Álvaro Martínez (-), Pablo Herrero (2), Alejandro Pisonero (-), Dani Pérez (-), Manu García (1), Roki (-).
30 - Bidasoa Irún (17+13): Sierra -quince paradas- (Ledó,ps), Cavero (5,3p), Tesoriere (-), Silva (-), Dariel García (5), Víctor Rodríguez (1), Adrián Fernández (3), Ugarte (1), Furundarena (1), Zabala (4), Odriozola (5), Aginagalde (3), Gorka Nieto (2).
Parciales cada cinco minutos: 3-3, 6-6, 9-9, 13-12, 14-14, 16-17 -descanso-; 18-20, 21-21, 23-24, 24-25, 26-29, 27-30 -final-.
Árbitros: Jesús Escudero Santiuste y Jorge Escudero Santiuste (Federación cántabra). Excluyeron dos minutos a Miguel Camino (m.54), del Recoletas Valladolid, y a Gorka Nieto (m.13), Furundarena (m.23), Dariel García (m.28 y tarjeta roja, m.37), del Bidasoa.
Incidencias: encuentro correspondiente a la decimotercera jornada de la Liga Asobal, disputado en el polideportivo Huerta del Rey, ante 831 espectadores.