Los semiconductores limitan la recuperación de la automoción

Óscar Fraile
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Renault aumentó un 10% su actividad el año pasado e Iveco lo hizo un 3,1%, impulsado por las cabinas de camión, mientras Michelin cayó un 1,4%, lastrado por la menor demanda de neumáticos de turismo

Instalaciones de Renault en Valladolid. - Foto: Ical

Se podría pensar que las cifras de producción de la automoción en Valladolid en 2022 fueron buenas, teniendo en cuenta que Renault fabricó en torno a un diez por ciento más, Iveco mejoró un 3,1 por ciento y que la caída de Michelin fue solo del 1,4 por ciento, en un contexto de mucha incertidumbre. Pero lo cierto es que son números a los que hay que poner muchos matices. En el caso de Renault, hay que tener en cuenta que ese incremento se produjo respecto a los datos de 2021, que ya estuvieron lastrados por el mal común de todo el sector: la falta de semiconductores. Los 165.000 vehículos que salieron de Montaje son un diez por ciento más que en el año anterior y los 900.000 motores, un 9,7 por ciento más. Pero son cifras que todavía están muy lejos de las registradas en condiciones 'normales', es decir, antes de que empezara la pandemia y la posterior crisis de suministros. En el año 2019 Renault fabricó 237.000 vehículos en Valladolid y algo más de 1,3 millones de motores.

Además, pese a este incremento de producción, a nivel mundial Renault vendió 1,4 millones de unidades, un 9,4 por ciento menos.

En lo que se refiere a Iveco, el incremento del 6,8 por ciento se sustenta en la mayor actividad de la línea de cabinas de camión, que hace trabajos de chapa y pintura y fabrica la puertas de estas estructuras antes de enviarlas a la planta de Madrid, donde las ensamblan. El buen funcionamiento de la gama S-Way ha hecho que se pase de las 110 cabinas diarias a las más de 170 actuales y de 24.700 en 2021 a 29.281 el año pasado. Pero hay que tener en cuenta que, en términos de empleo, la línea de cabinas no tiene mucho peso en Valladolid. Apenas ocupa a entre un 10 y un 15 por ciento de la plantilla. El grueso de la misma se dedica a la Daily, cuya producción descendió desde las 29.700 unidades de 2021 a 26.830. Estos datos demuestran que Iveco se ha sobrepuesto con mucha fortaleza a la crisis. Es más, los datos de producción de 2021 y 2022 son los mejores de los últimos años.

Además, fuentes de la plantilla señalan que las perspectivas para 2023 son muy buenas, tanto para un producto como para otro. De hecho, la línea de cabinas de camión trabaja este sábado.

La única gran empresa que no ha mejorado sus cifras respecto a 2021 es Michelin, lastrada por la escasa demanda de neumáticos para turismo. Aparte de este producto, en la planta de Valladolid también se fabrican neumáticos para el sector agrícola y renovados de camión, es decir, sustitución de la banda de rodadura gastada por una nueva, lo que permite reintroducir de nuevo los neumáticos en el circuito de distribución. Eso, en lo que se refiere a productos terminados. En semiterminados, también se elabora una mezcla de goma que Michelin envía a otras plantas del grupo.

Entre todas, la producción del año pasado alcanzó las 253.829 toneladas, un 1,4 por ciento menos que en 2021, si bien el mayor descenso se produjo en turismo: -8,7 por ciento. El renovado de camión cayó un 3,5 por ciento; la mezcla, un 0,9 por ciento; mientras que el agrícola aumentó un 12 por ciento.

La recuperación de los tres 'grandes' de la automoción de Valladolid sigue muy condicionada por la crisis de suministros. Sin ella, el margen de mejora de las cifras de producción sería mucho más amplio.

Lo que está por venir

Hace algo más de dos años que el sector de la automoción sufre un problema de abastecimiento de semiconductores que ha obligado a parar las fábricas de casi todos los grandes fabricantes, con las consecuencias que esto tiene para la nutrida industria auxiliar de Valladolid y Castilla y León. Y no parece que esa incertidumbre vaya a desaparecer en 2023. Al menos a corto plazo.

Los fabricantes tendrán que convivir con ella al mismo tiempo que gestionan la complicada transición hacia la movilidad eléctrica, que también tiene sumidos en otro pozo de incertidumbre a los potenciales compradores de coches.

En este contexto resulta muy aventurado hacer previsiones de lo que puede dar de sí el año recién iniciado. Pese a ello, el director de operaciones de Renault, Fabrice Cambolive, sostuvo esta misma semana que Renault es optimista de cara a este año, que será el primero de Josep María Recasens al frente de la empresa en España, en sustitución de José Vicente de los Mozos.

El año 2023 será muy importante para Renault en Valladolid. Será en este ejercicio cuando se concrete la transición de los empleados de Motores y algunos del Centro de I+D+i a la nueva empresa Horse, participada al 50 por ciento por Renault y la china Geely. También supondrá la comercialización del Mitsubushi ASX, gracias al acuerdo que mantienen las dos multinacionales. Las primeras unidades ya han salido de la cadena. Además, a finales de febrero se celebrarán elecciones sindicales, al igual que en Iveco.