La pandemia reactivó la fuga de vecinos de la capital al alfoz

M.Rodríguez
-

El trasvase de habitantes de Valladolid a los pueblos del entorno se frenó entre 2015 y 2019, pero en los dos últimos años se aprecia un cambio de tendencia. Arroyo recibe uno de cada tres de esos migrantes interiores, seguido de lejos por Simancas

La pandemia reactivó la fuga de vecinos de la capital al alfoz - Foto: J.T.

La fuga de vecinos de la capital hacia los pueblos del alfoz volvió a crecer en los años de pandemia. Se invierte así una tendencia migratoria que se había frenado desde 2015, y que  había llegado a convertirse en una verdadera sangría en los momentos álgidos de la burbuja inmobiliaria. En la primera década de este siglo el saldo de movimientos de población reflejaba la pérdida de 20.865  empadronados en la capital en favor de estas 24 localidades. Una cifra que se ha minimizado entre 2011 y 2021, aunque siguió siendo deficitaria para la ciudad con 4.553 bajas en esos dos años.

Los datos del servicio de Población del Ayuntamiento de Valladolid sobre las variaciones residenciales en los municipios que integran la Mancomunidad de Interés General (MIG), anteriormente conocida como CUVA, muestran como en 2020 y 2021 el censo de la capital ha perdido 1.157 vecinos en favor de esta área periurbana. De hecho, el saldo migratorio es deficitario con 17 de los 24 analizados, y la capital solo 'roba' más empadronados de los que pierde a Cigüñuela, Geria, Mucientes, Tudela, Valdestillas y Wamba.

La Mancomunidad Urbana de Valladolid representa el 13,26 por ciento del territorio de la provincia (8.111 kilómetros cuadrados) y un 79,3 por ciento de la población de la provincia (519.361 habitantes en 2021). En esta agrupación de municipios, Valladolid ciudad, a su vez, supone más del 70% de la población, el 18,4 por ciento del territorio y el más del 75 por ciento del presupuesto de la MIG.

Favoritos. Arroyo de la Encomienda es el municipio que más vecinos consigue atraer. El año pasado se empadronaron 594  habitantes procedentes de Valladolid frente a los 399 que tomaron el camino inverso. Aunque si el cálculo se hace desde 1998, fecha desde la que hay datos oficiales, ya ha atraído a 16.010 residentes. De hecho, Arroyo recibe a uno de cada tres habitantes que decide mudarse al alfoz. Esto le permite convertirse en el único gran municipio de la región que año tras año gana habitantes.

Otra localidad que se está convirtiendo en un foco de atracción para los capitalinos es Simancas. En 2021 perdió 77 vecinos en favor de Valladolid, pero recibió 180 con ese origen. Afianza así una tendencia que comenzó a consolidarse en 2017, aunque el punto álgido de las fugas de la capital a esta zona residencial se vivió en el primer lustro del siglo. En total, desde 1998, 3720 vallisoletanos eligieron Simancas para fijar su nueva residencia.

El tercer municipio que recibe más empadronados que los que pierde frente a la capital es Aldeamayor de San Martín. Al igual que en el caso de Simancas, esta localidad fue un foco de atracción entre 2001 y 2010, cuando 'robo' 1404 a la capital, aunque luego perdió fuelle su poder de atracción. Una tendencia que comenzó a revertirse en 2016 y desde entonces ha conseguido empadronar a 832 vecinos de Valladolid frente a los 652 que han elegido la opción inversa.

La tendencia también está cambiando en Laguna de Duero que entre 2017 y 2019 perdió 170 vecinos en favor de la capital. Una tendencia que ha logrado revertir en estos dos últimos años cuando le ha robado 64 empadronados.

Una situación similar se reproduce en Tudela de Duero, que desde 2011 veía como su saldo migratorio con Valladolid era negativo en 171 empadronados.  Esto suponía que 1.162 de sus vecinos se habían mudado a la ciudad frente a los 991 que han cambiado su domicilio en la capital por esta localidad. Pero en 2020 y 2021 la tendencia ha dado un giro y ha conseguido ganarle 80 empadronados.

Por contra, Geria no consigue frenar la marcha de vecinos a la ciudad y acumula desde 2017 un saldo negativo de 22 bajas. Una situación similar se registra en Wamba que desde 2016 también contabiliza en números rojos su trasvase de habitantes con Valladolid (-16), pero que en 2021 ha conseguido sumar cuatro vecinos más.

Unas oscilaciones que también se viven en municipios que crecieron mucho en los años de la burbuja inmobiliaria, pero que han ido perdiendo atractivo en los últimos años. Este es el caso de Cigales, que entre 2001 y 2011 ganó 734 habitantes a la ciudad, pero luego fue perdiendo fuelle su atracción. Aunque el año pasado le recuperó once empadronados.

Un caso particular es el de Robladillo, una localidad que en la última década ha recibido diez vecinos de la capital, pero ha visto partir hacia allí al mismo número.

Incidencia. Estos  movimientos de población tiene impacto en el perfil poblacional. Así, al índice de juventud (porcentaje de población de menos de 15 años sobre la población de 65 o más), Valladolid tiene el valor más bajo, cercano al 50 por ciento, contrastando con los municipios más jóvenes como Arroyo de la Encomienda con un 413,4%, Renedo de Esgueva 334,4%, Zaratán 318,0%, Aldeamayor de San Martín 277,6%, Cistérniga 238,8% o Boecillo con 212,1%, según los últimos datos disponibles. Estos datos ponen de manifiesto que, a lo largo de las últimas décadas, la población joven se ha asentado preferentemente en los municipios del entorno de la capital, condicionados posiblemente por el precio de la vivienda como factor más relevante.

Una tendencia que se intenta revertir desde el Ayuntamiento de Valladolid con las nuevas políticas de vivienda. En el Plan de Vivienda 2022-20025 se reconoce la «dificultad que tiene la población joven para el acceso a una vivienda digna» y se anuncian nuevas promociones para atender esta demanda.

Esta fuga de población al alfoz también tiene efectos en la movilidad en el área. Y se nota especialmente en el parque móvil ante la falta de una red de transporte metropolitano que atienda las necesidades de desplazamientos internos. En muchas de estas localidades la tasa de vehículos por cada 1.000 habitantes supera ampliamente la de la capital. El número de turismos por 1.000 habitantes en Valladolid es de 460,7 y en el resto de la Mancomunidad Urbana es de 631,2 y varía entre los 880,0 de Cigüeñuela y los 541,7 de Arroyo de la Encomienda. En 2021 había matriculados en estos municipios 266.823 vehículos.