El Ayuntamiento de Valladolid ejecuta seis de cada diez euros destinados a inversión. Eso muestra un repaso a las liquidaciones de los presupuestos municipales de los últimos ocho ejercicios, aunque el de 2022 todavía está pendiente de cerrar.
Este examen a la gestión del equipo de Gobierno muestra que el grado de ejecución más alto se registró en el primer año de mandato de Óscar Puente, aunque esas cuentas las diseñó su antecesor en el cargo, Javier León de la Riva. Ese ejercicio se gastaron en distintas obras en la capital 53,8 millones de los 79,27 aprobados. Aunque este elevado grado de ejecución tiene otra explicación: la sentencia que obligó al Ayuntamiento a 'comprar' por 20 millones unas parcelas en la zona de Zambrana, gasto que se computa como inversión. A esto hay que sumar los 9,51 millones, de los 10,6 consignados, en transferencias a las distintas sociedades y fundaciones municipales para costear sus inversiones. Ese año, la partida inicial para obras (capítulo 6) era de 48,7 millones, pero posteriormente se incrementó con 29,54 más, lo que hizo que sea el segundo presupuesto inversor más alto de la historia del Ayuntamiento.
Una cantidad muy similar a la que se ha aprobado inicialmente esta misma semana para 2023, donde se ha comprometido una partida inicial de 78 millones, que se podrían incrementar a lo largo del año con modificaciones y, sobre todo, por la lluvia de fondos europeos que se esperan.
En el repaso del gasto municipal en inversiones se comprueba que el año con la ejecución más baja fue 2016, cuando solo se gastaron 25,5 millones de los 52,2 presupuestados para inversiones y 7,24 del capítulo de transferencias. El ejercicio siguiente fue muy parecido y el gasto final subió hasta los 29,15 millones, aunque se había previsto una partida de 57,28 millones. En 2018 y 2019 subió el ritmo inversor del Ayuntamiento hasta los 36,4 y 43,4, respectivamente. De hecho, el año electoral es, de momento, el segundo con mayor porcentaje de cumplimiento.
Una ejecución que se relajó en 2020, aunque en este ejercicio se puede atribuir al impacto de la pandemia, que paralizó temporalmente muchas de las obras. Este ejercicio, de hecho, tiene una de las consignaciones más bajas para el capítulo de obras, ya que se aprobaron 47,1 millones y se ejecutaron finalmente 31,6. Aunque se incrementó el gasto derivado de las transferencias de capital, que llegó a los 8,4 millones, algo que se debe, en parte, a los fondos estatales para mitigar el impacto de la crisis sanitaria. Una secuencia que se repitió en 2021, donde las transferencias comprometidas subieron hasta los 9,4 millones de euros y el capítulo de inversiones se cerró con 40,5 millones gastados.
Transferencias. Las inyecciones económicas de las distintas administraciones están marcando la diferencia en el gasto en los últimos ejercicios, sobre todo este año, donde ya hay obligaciones reconocidas por valor de 30 millones, y se anuncian nuevos ingresos en los próximos días. Esto hace que, según las previsiones del concejal de Planificación, se pueda acabar el año con unos 47 millones gastados en obras, a los que habría que sumar los 30 ya comprometidos en el capítulo 7 de transferencias de capital.
El edil de Planificación y Recursos, Pedro Herrero, recalca que en los últimos tres ejercicios se han ejecutado 116 millones de euros para desarrollar decenas de proyectos, frente a los «71 millones» que asegura que ejecutó el PP en los tres últimos años de su etapa en el Ayuntamiento.
Unas aseveraciones que cuestiona la oposición. Así, en el Pleno extraordinario celebrado este martes para aprobar las cuentas de 2023, el concejal de Vox aseguró que dos de cada tres euros de inversión no se ejecutan y las previsiones fallan como una «escopeta de feria». Una línea argumental que también han mantenido desde el Partido Popular, donde su presidenta, Pilar del Olmo, aseguró que no se ejecuta el capítulo de gasto y se incorporan partidas «que no son realistas». Y que también esbozó Ciudadanos.