La nueva Ciudad Deportiva del Real Valladolid ya tiene proyecto, maqueta y solo falta que arranquen las obras. Bueno, antes de eso, el Ayuntamiento debe publicar el pliego de la concesión de la parcela (EQ 37/96, es decir la del aparcamiento del estadio) y que solo opte a ella el club. Es, como señalaba esta semana el director del Gabinete de Presidencia, David Espinar, el tiempo burocrático.

La iniciativa de la entidad, que supondrá una inversión de unos 15 millones de euros y una actuación de unos 40.000 metros cuadrados para el Real Valladolid, llevará a construir un miniestadio, para las sesiones del primer equipo y los partidos del Real Valladolid Promesas, además de dos campos más de entrenamiento.

«Estamos pendientes de que el Ayuntamiento elabore el pliego, lo publique y pase el periodo que requiere la legislación para que cualquiera que piense que puede optar a esa concesión, manifiesta su voluntad. Y si no es así, seremos nosotros los que lo hagamos. Nuestra parte ya está realizada», aseguraba Espinar, hablando de ese tiempo burocrático para redactar y presentar el pliego: «En esa fase estamos».

Así que sin plazos aún, será complicado que este verano empiecen las obras y quizá no sea hasta otoño hasta cuando se dé el pistoletazo de salida a uno de esos proyectos que presentó el presidente, Ronaldo Nazário, en su día y que ha tenido que ir amoldando a las condiciones (tras desechar la parcela de Pinar de Jalón).

De este modo, la entidad blanquivioleta contará en un futuro con siete campos en su ampliada Ciudad Deportiva. Asimismo, está prevista la habilitación de dos aparcamientos para vehículos y dos para bicicletas, además de una dársena para autobuses.

Presupuesto.

Por otro lado, el club está acabando de afinar el presupuesto de la próxima temporada, que rondará los 55 millones, cifra estimada esta semana por la Cámara de Comercio en un estudio que valoraba el impacto del ascenso en la provincia por encima de los 20 millones.