Valladolid, ante su examen final de mandato

M.Rodríguez
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El próximo martes se celebrará un Pleno extraordinario en el Ayuntamiento para evaluar cómo está la capital y qué prioridades se deben afrontar en la recta final del segundo mandato de Óscar Puente

Pleno sobre el estado de la ciudad de 2021

El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid se enfrenta al examen de sus políticas a un año vista de las elecciones municipales. El que será el quinto debate (en 2020 no se celebró por la pandemia) sobre el estado de la ciudad en los siete años de Óscar Puente en la Alcaldía se presenta en un clima político crispado y con pocas vías de entendimiento con la oposición. 

Este tipo de plenos, tienen desde el año pasado el amparo del remozado reglamento orgánico del Ayuntamiento, y se diferencian de las sesiones extraordinarias que tienen la posibilidad de solicitar los grupos municipales. Aunque la cita de este año será muy distinta porque las consecuencias de la crisis sanitaria ya no serán protagonistas. 

La oposición llevará al Salón dePlenos cuestiones como la reclamación de recuperar el proyecto de soterramiento de las vías del tren o el cambio de las políticas de movilidad, entre otras. Mientras que el equipo de Gobierno se esforzará en rentabilizar noticias como la de la implantación en la capital de la multinacional Switch Mobility y  su proyecto de factoría que podría generar unos 7.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, en la próxima década. Un proyecto industrial que se complementa con otros que van a un ritmo más lento, como es el caso de la Plataforma Logística Intermodal y el Parque Agroalimentario proyectados junto a los nuevos talleres de Renfe en el Páramo de San Isidro.

Vista atrás. El que no se crea «expectativas» del debate es el alcalde, Óscar Puente, que asegura que en los siete años que lleva en el cargo la oposición «no ha cambiado» y mantiene una actitud de crítica «sin plantear una alternativa». Por contra, anuncia que el equipo de Gobierno hará «un avance muy concluyente de cómo ha cambiado la ciudad, no solo chascarrillos, apoyado en cifras y datos para ver lo que es Valladolid hoy y lo que era hace siete años». «Podemos caer más simpáticos o menos, pero lo importante es que la ciudadanía sepa que hay un modelo para la ciudad», aseguró. Y pidió a la oposición que el próximo martes ponga una alternativa encima de la mesa «para que la gente pueda comparar».

Los que tienen claro de qué quieren que se hable en el Pleno son los ciudadanos y El Día de Valladolid da la voz a algunos para que apunten las prioridades que se deben abordar.