La venta de vehículos 'limpios' ya supera la de convencionales

Óscar Fraile
-

La matriculación de eléctricos, híbridos y coches a gas copó el 50,2% del mercado hasta junio, en medio del alza de los carburantes

Vehículos híbrido en un concesionario de Valladolid. - Foto: Jonathan Tajes

«Los vehículos de combustión tradicionales no tienen cabida en los planteamientos comerciales a medio plazo». Hace justo un año que Ángel Concejo, presidente de la delegación regional de la patronal de concesionarios Faconauto, hizo estas declaraciones a El Día de Valladolid. Y el tiempo parece haberle dado la razón con mucha contundencia, dado que la venta de vehículos 'limpios', entendiendo como tales a los eléctricos, híbridos y los propulsados por gas, ha superado por primera vez en Valladolid a los tradicionales.

Lo ha hecho por poco, pero se trata de un punto de inflexión en una tendencia que se viene registrando en los últimos años y que se ha visto acelerada por la escalada de precios de la gasolina, que han llegado a superar los dos euros en todas las estaciones de servicio de Valladolid. Según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), en el primer semestre de este año se matricularon en la provincia 2.348 vehículos, de los que 855 eran de gasolina, 312 diésel, 212 eléctricos, 880 híbridos y 89 propulsados por gas. Es decir, la suma de gasolina y diésel asciende a 1.167 vehículos, frente a los 1.181 vehículos 'limpios', que ya copan el 50,2 por ciento de la cuota de mercado.

Es la primera vez que se produce este sorpaso después de un crecimiento que ha sido espectacular en los últimos ejercicios. En 2019 estos coches representaban el 12 por ciento del mercado en la provincia, con sus 1.053 unidades matriculadas. Un año más tarde ese porcentaje subió hasta el 21 por ciento, con 1.427 coches vendidos, y el año pasado ya se situó en el 40 por ciento, con 2.260 ventas. Al cierre del primer semestre de este año, los coches 'limpios' ya se venden más que los tradicionales.

Hay varios factores que han impulsado la venta de estos vehículos. Uno de los más importantes son las restricciones a las que se verán sometidos en el futuro los vehículos de combustión tradicional. Sin ir más lejos, a partir del segundo semestre del año que viene se empezarán a aplicar en Valladolid, con la prohibición de acceder al centro a los coches más contaminantes. Todavía no está definida la fecha, pero entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2023 tendrán restringido el acceso los vehículos que no cuenten con etiqueta ambiental. Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), en Valladolid hay 271.802 turismos y 75.946 de ellos, es decir, un 28 por ciento, no tiene esta etiqueta. En el caso de las motocicletas, la prohibición afectaría al 21 por ciento de las 32.438 que tiene registradas la DGT.

La siguiente vuelta de tuerca llegará el 1 de enero de 2025, cuando la prohibición se extenderá a los vehículos con etiqueta B (la amarilla), que en Valladolid tienen el 35 por ciento de los turismos y el 16 por ciento de las motocicletas. El último paso se dará el 1 de enero de 2030, cuando solo podrán entrar en la zona de bajas emisiones que ya ha definido el Ayuntamiento los vehículos con etiquetas Cero o Eco. Actualmente en Valladolid el porcentaje de turismo con este distintivo no llega al dos por ciento y el de motocicletas es del 0,4 por ciento.

Son minoría

Bien es cierto que todavía faltan más de siete años para llegar a esa fecha, pero no lo es menos que el parque de vehículos tendrá que experimentar una transformación muy ambiciosa si quiere adaptarse a la normativa medioambiental dictada desde Europa. Según los datos de la DGT, el parque de Valladolid tiene 353.621 vehículos, de los que 149.187 están propulsados por gasolina y 202.687 por gasóleo, lo que deja un escaso 0,5 por ciento al resto de vehículos, entre los que se encuentran eléctricos, híbridos y de gas. Esos datos son de 2020, últimos publicados, pero el avance de los coches 'limpios' desde entonces, por muy importante que haya sido, tampoco sirve para incrementar ostensiblemente ese porcentaje.

Más allá de la motorización de los vehículos vendidos, lo cierto es que el sector de la automoción lleva meses en una situación muy complicada, tanto para los fabricantes, por la escasez de semiconductores, como para los concesionarios, que se han visto obligados a dilatar los plazos de entrega de vehículos ante su escasez.

Los 2.348 vehículos matriculados en la provincia entre enero y junio representan un 15,6 por ciento menos que los del mismo periodo del año pasado, pese a que el ejercicio 2021 estuvo marcado por la crisis de los semiconductores, que obligó a parar en varias ocasiones las líneas de producción. Una crisis que aún no ha remitido, pero sí que ha bajado de intensidad.

El descenso de matriculaciones del primer semestre se registró tanto en las ventas a particulares, un 11,7 por ciento, como a las empresas, un 24,2 por ciento.