Quien busca, encuentra. Ese lema es el 'apellido' del restaurante Curioso, un 'rara avis' en Peñafiel. ¿Por qué? Porque su oferta no se basa en el lechazo asado al horno, tan común en la localidad vallisoletana. «Cuando abrimos dudamos en incluirlo en la carta, pero decidimos que no.Sé asar, pero aquí no tenemos horno de leña. Claro que hay platos con lechazo, pero se trabaja de otras maneras», aclara Marina de la Hoz, madrileña de madre de San Llorente, la encargada de la cocina en este restaurante que abrió en enero de 2022 y a los ocho meses ya obtuvo un reconocimiento de recomendado por la guía Michelin. A su lado, Luis de Miguel ratifica esas palabras. Ambos son curiosos y tras varios años formándose y curtiéndose en diferentes cocinas y restaurantes se decidieron por su proyecto personal en un municipio cerca de Segovia, de donde es Luis; de San Llorente, de donde es la familia de Marina; de Valladolid y de Madrid: «Nos gusta la zona, el medio rural y estamos cerca de todo. Hay muchas posibilidades aquí». Y aquí, o ahí, implantaron su idea.

Una idea o proyecto que habían ido fraguando durante años. Primero en sus estudios. Marina en la Escuela de Hostelería de Aranjuez y Luis en el Basque Culinary Center de San Sebastián. Luego en otros lugares, como en el Coque, en Madrid, con Mario Sandoval; y  en  la Terraza del Casino, con Paco Roncero; o en el José María, en Segovia.

«Nos decidimos después de dar muchas vueltas y de estar en muchos sitios profesionalmente», reconocen.

Croisant, rabo de vaca y bearnesa en el Curioso de Peñafiel. - Foto: Diego PelaezEn 2016 iniciaron uno que les juntó y ya no se han separado desde entonces. Fue en la bodega Pago de Carraovejas, con Ambivium. Marina como jefa de cocina y Luis, de sala. De allí salieron en 2020 pensando ya en su proyecto personal, pero la pandemia les detuvo. O, mejor dicho, les pospuso. Siguieron formándose hasta que en enero de 2022 abrieron las puertas de Curioso.

«Nació para generar otro tipo de oferta, complementando la que ya hay aquí, de mucha tradición», explican sobre lo que es su establecimiento. «Queremos que la gente disfrute de la tradición de otra manera», añaden, dando un punto de vista de entusiasmo a la cocina. 

Buscan darle un punto divertido a la cocina y a esa tradición, con «un servicio amable, una cristalería diferente y la preparación de algunos platos delante del cliente».

Marina manda en la cocina junto a Catherine y el equipo se completa con Luis en la sala más otras tres personas: «Nos gusta trabajar delante del cliente e intentamos ser un poco diferentes».

Y ahí hablan de su oferta, con pescados a la parrilla, guisos y verduras, como penca de acelga, puerro escabechado o lombarda; siempre buscando el producto de cercanía, de Peñafiel y de localidades cercanas, como los guisantes de Laguna o los espárragos de Tudela.

Pero una de sus diferencias es el menú. Del mismo nombre que el restaurante, que confecciona el o los clientes a partir de la propia carta, con 5 entrantes, 1 pescado, 1 carne y 1 postre, por 47 euros (pan y bebidas aparte): «Eso sí, se tiene que poner toda la mesa de acuerdo. Es algo diferente porque lo seleccionas tú».

Abre todos los días de la semana para comidas, menos miércoles; mientras que para las cenas solo hay servicios los viernes y sábados, y algún festivo. Con una capacidad para unos 35 comensales –«no llegamos a dar 40»–. Cuentan con una clientela que va desde el local, que busca esa oferta diferente, «y suele repetir», hasta el turista que se acerca a las bodegas de la zona o los propios bodegueros y empresarios. 

«El nombre lo soñé. Vi el local que ponía 'Curioso'. Creo que todo el mundo es curioso y busca el porqué», explica Marina sobre el nombre, con ese 'apellido' de quien busca, encuentra. 

Con más de un centenar de referencias de vino y ofertas de fuera de carta, algunas hacen guiños a su tierra, a la más cercana, a San Llorente.