Las auxiliares pagan el peaje de la crisis del automóvil

Óscar Fraile
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El cese temporal de actividad en 2020 en firmas como Renault, Iveco y Michelin, y la caída de la demanda han provocado pérdidas de producción y empleo en los proveedores

La industria auxiliar ha notado el descenso de actividad en las grandes empresas. - Foto: Ical

Cada pequeño tropiezo por el que atraviesan las compañías de automoción se convierte en el trueno que anticipa la tormenta en las empresas auxiliares que trabajan para ellas. Y la pandemia no ha sido ninguna excepción. Las paradas obligadas en las grandes líneas de producción se han traducido en un descenso de actividad en estas pymes, con pérdida de empleo incluida en algunos casos. «En la cadena de valor de Castilla yLeón el fabricante tiene un papel importante, pero la industria auxiliar, de componentes, y en los concesionarios la repercusión es total», explica el secretario general de Industria de CCOO en Castilla y León, Gonzalo Díez.

Uno de los ejemplos es Grupo Antolín, cuya sede central está en Burgos, pero que cuenta con instalaciones en la calle Aluminio del polígono de San Cristóbal. Esta empresa fabrica diferentes componentes del interior de los automóviles y el 40 por ciento de su producción es para Renault, aunque también trabaja para marcas como Mercedes, Toyota, Land Rover, Ford, Lamborghini y Seat, entre otras. Por lo tanto, la bajada de actividad en la marca del rombo es lo que más ha afectado. La compañía tiene unos 500 trabajadores en Valladolid y en el último trimestre esa cifra se ha reducido alrededor de un diez por ciento, según aseguran fuentes sindicales. Bien es cierto que no se han producido extinciones de contrato, sino que se ha dejado de renovar a la parte de la plantilla que procedía de empresas de trabajo temporal. «Tenemos una producción estable y a corto y medio plazo no tendremos ningún problema, pero el sector es cíclico y nunca podemos hablar más allá de seis o siete años», señalan fuentes sindicales.

Una situación similar se vive en Samvardhana Motherson Reydel, situada en Medina de Rioseco. Allí se dedican a la inyección de piezas de plástico y montaje para dos clientes: Renault en Valladolid y Volkswagen en Pamplona. Fuentes sindicales reconocen que, aunque la plantilla no se ha reducido en los últimos meses, sí que lo ha hecho la producción, de modo que el mantenimiento del empleo vendrá determinado por «la duración de la pandemia y los nuevos lanzamientos de Renault y Volkswagen en 2021». Así que la posible adjudicación de modelos a Valladolid por parte de la marca del rombo también podría ser una tabla de salvación para esta empresa de origen indio.

‘Salvados’ por un incendio. Muy particular es la situación de Treves, en Aldeamayor. La pandemia obligó a suspender la actividad entre marzo y mayo, aunque no se han producido despidos. Y tampoco pérdida de producción porque la bajada de la demanda en algunos modelos se ha compensado con la fabricación de nuevas referencias. De hecho, un incendio a principio de año en una fábrica del Grupo en Eslovenia hizo que la producción que se hacía allí, piezas para el Renault Twingo, se trasladara a Valladolid. «Eso nos salvó del expediente del ERTE del que ya nos había advertido la empresa», señalan fuentes de los sindicatos. Treves produce en Aldeamayor revestimientos interiores para automóviles y el 80 por ciento de sus ventas son para Renault.

En la fábrica de Faurecia, en Olmedo, también se ha notado la pandemia. Según fuentes sindicales, la producción ha caído en torno al 30 por ciento, «con la consiguiente bajada de beneficios y reducción de contrataciones». Eso sí, como quiera que la empresa mantiene en torno a un doce por ciento de trabajadores temporales, «se ha conseguido mantener el empleo y el trabajo continuo sin ERTE». De esta planta salen asientos para Renault, Ford y PSA. «Las perspectivas no son buenas, aunque se visualiza un aumento a partir de marzo, la bajada de producción de Renault en Palencia hace que haya un poco de incertidumbre», añaden los trabajadores.

Otra de las empresas que está muy pendiente de lo que pase con el convenio de Renault es Grupo Sesé, una compañía de transporte que trabaja para Renault. De hecho, sus instalaciones están junto a las de la compañía francesa. Cuando la firma gala paró el año pasado, ellos tuvieron que hacer lo propio, y en ese periodo se subrogó a la plantilla a la firma actual (antes pertenecían a Acciona). Esto, según los empleados, ha provocado retraso en los pagos y en la firma del convenio. De hecho, los sindicatos creen que su convenio no se empezará a negociar hasta que se firme el de Renault, ya que de este acuerdo y de las futuras adjudicaciones depende la actividad de Grupo Sesé. La compañía cuenta con unos 190 empleados en Valladolid, aunque su sede central está en Zaragoza.

Pero no todas estas empresas han sufrido descenso de producción o de plantilla. Una de las excepciones es Adient Seating, ubicada en Mojados y dedicada a la fabricación de los asientos del ‘vallisoletano’ Renault Captur. Fuentes de la plantilla aseguran que Adient tendría opciones de hacer lo propio con el nuevo modelo que se podría adjudicar a Valladolid, por lo que consideran que las perspectivas de futuro son «inmejorables». Pese a todo, la empresa aplicó el año pasado un ERTE que afectó a los 429 trabajadores de la planta de Valladolid e hizo lo propio en Abrera (Barcelona) y Pedrola (Zaragoza).