Un referente de acción urbana sostenible

D.V.
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La Agenda Urbana Valladolid 2030 es un plan para encaminar la ciudad hacia la transición ecológica y reducir su impacto ambiental

Un referente de acción urbana sostenible

Valladolid es una ciudad consciente de su impacto en el mundo y del reto que tiene la humanidad de proteger el planeta. «Y es que, hace décadas que la comunidad científica y las organizaciones ecologistas empezaron a alertar de que, si no se cambia el rumbo, se alterarían algunos de los equilibrios naturales que hacen posible la vida en la Tierra», señala María Sánchez, concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Además, desde la Agencia Energética Municipal de Valladolid (AEMVA) perteneciente a dicha concejalía, se considera necesario actuar con decisión y rapidez para provocar un cambio en el modelo y velar por la salud del planeta. Para ello, «cada país, cada ciudad, cada barrio, debe hacer su parte».

AUVA 2030

La planificación de la Agenda Urbana Valladolid 2030 se empezó a gestar en plena crisis provocada por la covid-19. Por eso, tal y como señala María Sánchez, en sus líneas de actuación debe recoger medidas concretas para superar esta situación, así como las demás dificultades que surgen en el camino. Porque otro de los supuestos de la Agenda 2030 es no dejar a nadie atrás. Entonces, «la resiliencia como capacidad de recuperarse frente a una situación traumática saliendo con más fortaleza cobra más sentido que nunca».
En mayo de 2021 el Pleno del Ayuntamiento aprobó el marco estratégico de la AUVA 2030 y desde entonces están desarrollando un proceso participativo, abierto a la población vallisoletana, para el diseño definitivo del plan de acción. Con la implicación de entidades, administraciones, empresas y ciudadanía buscan conseguir un modelo de Valladolid más sostenible, inclusivo y seguro. En otras palabras, la AUVA 2030 recogerá, con la implicación común, un conjunto de actuaciones que posibiliten transformar a la ciudad en un referente de acción urbana sostenible. Además, para su elaboración Valladolid cuenta con la financiación del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia y de los fondos Next Generation de la UE.
Sus contenidos recogen una revisión global de todas las políticas urbanas bajo la lupa de la sostenibilidad, tratando temas como la planificación urbanística, salud y bienestar, gestión de los recursos, movilidad, desarrollo económico, vivienda, innovación, etc. Y todo ello «con una mirada común.»
En definitiva, la Agenda 2030 tiene que ser el mapa que guíe los pasos de Valladolid hacia el futuro. La política municipal actúa sobre lo cercano y lo inmediato, permite hacer mejoras en un barrio o una calle que pueden parecer pequeñas pero que cambian a mejor la vida cotidiana. Sin embargo, la política municipal también tiene que servir para pensar en los grandes retos; actuar en local pensando en global. Está en juego qué ciudad y qué mundo van a encontrar las generaciones venideras, por lo que «es el momento de dar prioridad a lo importante sobre lo urgente. Un paso en el que la ciudadanía vallisoletana estará, una vez más, a la altura», concluye Sánchez.