La cuarta dosis solo moviliza al 64% de los mayores de 60 años

A. G. Mozo
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La campaña se ha estancado apenas dos meses después de su inicio y Valladolid tiene los peores ratios de Castilla y León. La vacunación de los menores de 60 sin patologías arranca con solo un 24% de vallisoletanos con las cuatro dosis

Inicio de la campaña de vacunación de refuerzo para la cuarta dosis en residencias. - Foto: Ical

La cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus no está obteniendo los resultados esperados, pese a los mensajes de sensibilización de las autoridades y a que se agrupó con la de la gripe en busca del impulso de la doble protección. La realidad que muestra los datos tras los dos primeros meses de campaña para los mayores de 60 años y menores con patologías –arrancó tres semanas antes pero solo en los centros residenciales– desvela que solo ha conseguido movilizar a dos de cada tres vallisoletanos de más de 60, que era la población diana hasta ahora.

Los cerca de 114.000 que tienen ya las cuatro dosis suponen solo un 24,4 por ciento del total de vacunables con esta cuarta inyección, lo que convierte a Valladolid en la provincia de Castilla y León con los peores ratios de adherencia a la campaña, un par de puntos por debajo de la media y en cifras solo similares a las Burgos.

Las sociedades de preventivistas y salud pública, así como diversos expertos han venido advirtiendo de la importancia que cobraba esta cuarta dosis para la población vulnerable y todos los mayores de 60 años, pero los mensajes no han sido tan contundentes en el caso del resto de los ciudadanos. Las fuentes sanitarias consultadas por este periódico no dudan de que «la caída de los contagios y ese tipo de mensajes  han provocado una cierta relajación en la población, también la de más de 60 años», a lo que se habría unido «la pérdida del miedo» al virus: «Sigue habiendo casos de contagios, pero es cierto que la gravedad en la mayor parte de los pacientes no tiene nada que ver con lo de anteriores olas», justifican otras fuentes.

La campaña de vacunación de refuerzo se está topando hasta con la resistencia de los mayores de 60 años, que hasta ahora se habían mostrado muy comprometidos en la lucha contra la expansión del virus. Si más del 90 por ciento de los vallisoletanos en esta franja de edad ya habían recibido las tres primeras dosis, en el caso de la cuarta, el porcentaje baja hasta el 64%. Por lo tanto, un tercio de la franja de población a la que sí se le ha recomendado expresamente la inoculación de la cuarta dosis, no ha acudido a ponérsela.

Menos edad, menos vacunas

El porcentaje de vallisoletanos con el refuerzo vacunal completo va en descenso a medida que el análisis baja por la pirámide de edad. Hay 7.451 mayores de 90 años que ya tienen las cuatro dosis, lo que se traduce en una cobertura del 90%. Entre los octogenarios, Sacyl ha conseguido una movilización algo menor, pero alcanzando aún así a 25.960 personas de 80 a 89 años (son datos a fecha 12 de diciembre), lo que supone haber llegado al 80 por ciento de este grupo etario. En el siguiente, la cosa ya baja hasta el 69%, ya que la Consejería tiene a 37.264 vallisoletanos de 70 a 79 años apuntados ya con la última dosis ofrecida contra el covid-19. En el caso de los sexagenarios, los 32.517 inmunizados ya solo son el 48% de esta franja de edad.

Sanidad abría el pasado jueves la campaña de vacunación para los menores de 60 años sin patologías, con lo que no extraña que en esas franjas de población todavía haya una cobertura mucho menor, ya que solo se habrían inoculado con la cuarta los que tienen patologías asociadas o son sanitarios. Así, hay un 10% de quincuagenarios con las cuatro y, en su mayoría, se trata de mujeres; de los 6.692 vallisoletanos de 50 a 59 años que han optado por acudir a esta última convocatoria, 4.036 son féminas.

El resto de la población ofrece unas cifras de cobertura vacunal absolutamente simbólicas: hay 3.722 cuadragenarios (en torno al seis por ciento del total), 1.958 treintañeros (menos del 5% de ese grupo etario), 1.097 veinteañeros (3%) y 119 jóvenes y niños de 19 años o menos.

Porcentajes que contrastan con lo conseguido durante la campaña de 2021, cuando la gran mayoría de la población acudió a ponerse las dos dosis. En Valladolid, hay un 92% con al menos una vacuna y un 90% con dos, que, en el análisis por grupos de edad, se descubre que llega al 100% en los mayores de 60 años, mientras que desciende al 94% para los vallisoletanos de 50 a 59 años, ronda el 92% en el caso de los de 40 a 49 años, cae hasta el 88% entre treintañeros y veinteañeros, para volver a subir ligeramente (89%) entre los jóvenes de 13 a 19, mientras que la franja 5-12 años se sitúa en el 73%.

459.889 vallisoletanos tienen esas dos inoculaciones anticovid en su cuerpo, nueve de cada diez... Eran tiempos en que (casi) nadie se planteaba la conveniencia del pinchazo, con los hospitales de la ciudad llegando al medio millar de covid hospitalizados a la vez, con varios fallecimientos al día...

Así, esas dos primeras dosis se entendieron como obligatorias, una circunstancia que ya empezó a cambiar con la tercera, aunque la campaña de refuerzo coincidiese de pleno con la sexta ola, la del pasado otoño-invierno. Entre los muchos que contrajeron el virus en aquellos días de expansión de la variante ómicron y los que fueron perdiendo el miedo al contagio, la realidad es que la tercera dosis ya se ha topado con la resistencia de uno de cada tres vallisoletanos. El estancamiento de la tercera llegó fundamentalmente a partir de los meses de marzo y abril, cuando llegó la relajación definitiva de las pocas restricciones que quedaban y de las medidas de vigilancia, al punto de que se dejaron de anotar los positivos de los infectados de menos de 60 años.

Sacyl dio concluida la campaña de la tercera dosis el pasado 25 de septiembre, un día antes del inicio de la inoculación de la cuarta en las residencias. Hasta aquella fecha se contabilizan 335.782 personas con las tres vacunas, lo que se traduce en el 66% de los vallisoletanos, tal como se recoge la estadística.

34 positivos al día

La cuarta está sobre la mesa en un contexto de contención clara de la pandemia, aparentemente silenciada por el momento por las nuevas versiones de la gripe y todos los 'viejos' virus respiratorios que están viviendo su otoño tras dos años apartados de la circulación por el SARS-CoV-2. En estos dos últimos meses, Sacyl únicamente está registrando una media de 34 positivos al día, una tercera parte de lo que había justo un año antes, cuando, en el mismo periodo eran 97 diarios.

Algo similar ocurre ahora con las hospitalizaciones de pacientes con covid, ya que a estas alturas de 2021, Clínico, Río Hortega y Comarcal de Medina del Campo aún atendían a 118 infectados, 22 de los cuales se encontraban en un puesto UCI, mientras que ahora hay solo 52 ingresados con covid, cinco de ellos en estado crítico.

El ritmo de fallecimientos se ha reducido también. En los últimos dos meses se anotan 21 vinculados al coronavirus, por los 35 del mismo periodo de 2021.