La sanidad privada en España sumaba a cierre de 2022 más de 12 millones de asegurados (incluyendo a los mutualistas), lo que supone un incremento de casi un cuatro por ciento con respecto al año anterior. Una cifra que contribuiría, según el sector, a ahorrar al sistema público un total de 1.674 euros per cápita si el paciente usara solo este sistema o 599 euros si utilizara el mixto. En total casi 6.190 millones de euros o más de 17.280 millones, dependiendo del uso. Ante estos números, recogidos en el informe Sanidad privada, aportando valor, el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), que aglutina el sector de la sanidad privada en España, recalca la importancia de la colaboración público-privada. Esta colaboración pasa, según remarcó el presidente de la entidad, Juan Abarca, por mantener los conciertos allá donde sea necesario: «Se necesita dar estabilidad a los conciertos con la sanidad privada y facilitar la interoperabilidad entre las diferentes instituciones sanitarias para promover la continuidad asistencial». «El problema de la sanidad pública -subrayó el directivo- no es que crezca la privada, sino que los pacientes no puedan acudir a ella. Cuando la sanidad pública tarda 600 días en financiar los nuevos fármacos, acaba afectando a la privada también. Por eso somos los primeros interesados en que la pública funcione». Además, según se recordó en la presentación del informe, el sector privado desarrolla actividad de alta complejidad a través de la más avanzada tecnología, genera empleo e investiga.
Asimismo, Abarca reivindicó un pacto político para determinar el modelo sanitario «para los próximos 30 años en España» y hacer una nueva Ley General de Sanidad (la actual es de 1986) que «esté adaptada a la situación sociodemográfica y a las necesidades actuales de los pacientes», aunque se mostró muy pesimista sobre este posible acuerdo: «No hay predisposición de los dos grandes partidos para acometer una reforma en este ámbito». Dentro de este gran pacto nacional, el presidente de la Fundación IDIS considera «fundamental» incluir, entre otras medidas, los copagos sanitarios en función del nivel de renta. «Pretender cubrir todo de manera gratuita, teniendo en cuenta las nuevas necesidades de la sociedad como la cronificación de las enfermedades, el envejecimiento de la población o la salud mental, es engañar a la gente. ¿Por qué hay que pagarle los antiinflamatorios a todo el mundo cuando estás dejando fuera a los ancianos o los dependientes de la cobertura?», remarcó el directivo.
Un 3,64 por ciento del PIB
En cuanto a los datos, el documento recoge que el sector sanitario de titularidad privada representa el 26,7 por ciento del gasto sanitario total, además, el conjunto del gasto sanitario privado y la colaboración público-privada (los conciertos) suma 40.727 millones de euros, un 3,64 por ciento del PIB. El volumen de primas alcanzó el pasado año los 10.001 millones de euros, lo que se traduce en un incremento del 5,18 por ciento; y por tipos, el 74 por ciento de ellas corresponde a la asistencia sanitaria, el 17 por ciento, a mutualismo administrativo; y el 8 por ciento, a reembolso de gastos.