Seis sonómetros medirán el ruido en las zonas de copas

A.G.M.
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Ya hay instalados tres sonómetros en varias calles del centro y se montarán tres más para analizar si se cumplen los requisitos para declararlas como áreas ZAS, lo que podría limitar los horarios de los bares y las nuevas aperturas

Grupos de jóvenes en la zona de copas de San Miguel.

Seis sonómetros medirán durante las próximas semanas los niveles de ruido que soportan los vecinos del centro, fundamentalmente los que viven en las calles y plazas que albergan las zonas de copas de la ciudad. Tres ya están funcionando y otros tres empezarán a operar próximamente para averiguar qué decibelios se alcanzan las noches de los fines de semana en Paraíso, Coca, Cantarranas, San Miguel... «Cuando el estudio esté hecho, se estudiará la posibilidad de declarar las calles afectadas como áreas ZAS», tal como explica el concejal de Seguridad, Alberto Palomino, a El Día de Valladolid. 

Esta era una de las medidas que demandaba el colectivo de vecinos Zona Centro para garantizar su «derecho al descanso» tras retomar hace poco más de un mes su lucha para intentar reactivar la mesa del 'ocio nocturno responsable', que ya estuvo en funcionamiento en 2019. Este jueves se produjo la primera de las reuniones del nuevo grupo de trabajo y una de las dos medidas que se pactaron fue la relativa al estudio sobre esa posible declaración como Zonas Acústicamente Saturadas.

¿Qué supondría? La Ley del Ruido de Castilla y León señala que las áreas ZAS son «aquellas en las que existen numerosos establecimientos de ocio, y los niveles sonoros ambientales producidos por la adición de las múltiples actividades existentes y por las personas que las utilizan sobrepasen en más de 10 decibelios los valores límite marcados».

Las consecuencias que se prevén en la norma en caso de lograr la declaración ZAS van desde «no otorgar nuevas licencias a actividades potencialmente ruidosas» a «no permitir la modificación o ampliación de actividades, salvo que lleven aparejadas la disminución de los valores de inmisión», pasando por «limitar el horario» e «imponer a los establecimientos las medidas correctoras o restrictivas necesarias».

El estudio sobre el nivel de ruido es la principal medida adoptada en la primera reunión del nuevo grupo de trabajo por un 'ocio nocturno responsable', que deja un balance «positivo» para todas las partes, que se emplazan a más encuentros a los que se quiere ir sumando a más colectivos de hosteleros, así como a la Universidad de Valladolid. «Ha ido bien, porque el gran objetivo era retomar la mesa de trabajo y se ha hecho. Se ha vuelto a abrir el diálogo y se han aceptado ya dos medidas», asevera el portavoz de los vecinos, Juan Fernández Aldana, que aboga por «buscar el equilibrio el descenso y el ocio nocturno».

«Todos reconocemos el problema que tienen los vecinos, también los hosteleros, que afirman que harán todo lo posible para que las cosas mejoren», apostilla el concejal de Seguridad.

y campañas informativas. Junto al estudio de los niveles de ruido, la otra medida aprobada es la puesta en marcha de una campaña informativa «como la de 2019, que fue bastante exitosa», según apuntó Palomino. «Queremos llegar a más colectivos jóvenes, a los campus universitarios... y concienciar»