Miles de personas acompañan a la Reina Juana en Tordesillas. La comitiva ha estado compuesta por la propia reina, a quien ha dado vida la joven Laura Martínez López; su hija Catalina, interpretada por la niña de cinco años Olivia de la Cruz de la Cruz, y su padre Fernando el Católico, acompañados de su guardia personal, los monteros de Espinosa, y los monjes que transportaban el cuerpo de su esposo, Felipe el Hermoso, fallecido en Burgos, además de damas de compañía y personal de palacio.
El séquito de la reina ha partido a las 19.30 horas de la entrada de la villa para unirse, a las 20.00 horas, con el cortejo de su padre, Fernando el Católico, escoltado por su guardia, donde han puesto rumbo a la plaza Mayor ante la mirada de los vecinos, asomados a sus balcones. A las 20.15 horas, Hernando de Tovar, capitán de los monteros de Espinosa, ha ordenado abrir las puertas de la villa para dar paso a la reina. La comitiva ha regresado a las 20.30 horas a la plaza Mayor, donde Fernando el Católico ha tratado de convencer a su hija, que desconfía de él y ha ordenado regresar a Burgos, para que se quede en Tordesillas. Los séquitos reales han llegado a las 21.00 horas al Palacio Real, donde la reina ha recordado sus vivencias más dolorosas y entrado sola en el recinto, donde permanecerá encerrada durante casi medio siglo.
El Centro de Iniciativas Turísticas de Tordesillas, asociación de vecinos cuya finalidad es la promoción turística y cultural de la localidad, se propuso en 2005 recuperar la memoria de una mujer «maltratada y olvidada» y recordar que Juana I fue reina de Castilla, hija de reyes y madre de seis reyes. Convertida en una sombra por su marido, Felipe el Hermoso, aislada por su padre e ignorada por su hijo Carlos V, la reina Juana I permaneció en el olvido durante siglos hasta que, en el siglo XIX, su figura fue recuperada por el movimiento romántico, que la convirtió en un personaje fundamental de su iconografía. En la actualidad y gracias a las numerosas obras dedicadas a su vida, Juana I se ha convertido en uno de los personajes más reconocidos de la historia de España y en protagonista de un periodo fundamental en la memoria histórica de Tordesillas.