Ana Pelaz, de Pekín 2008 a París 2024

M.B
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La vallisoletana estuvo en los Juegos Olímpicos en China como deportista y repetirá, ahora como entrenadora, en Francia dentro de dos años

Ana Pelaz, a la izquierda, junto a la seleccionadora nacional de gimnasia rítmica, Alejandra Quevedo. - Foto: RFEG

Ana Pelaz está haciendo historia en la gimnasia rítmica vallisoletana... y española. La lagunera ya fue olímpica como deportista en Pekín 2008 y en la próxima cita, la de París 2024, repetirá, aunque esta vez como entrenadora. Todo después de que el equipo nacional lograse tres medallas en el último Campeonato del Mundo, celebrado en septiembre en Sofía (Bulgaria), logrando con una de ellas el pase directo para los próximos Juegos Olímpicos (siendo el primer equipo español en conseguirlo). «Fue como un mezcla de sentimientos y emociones, que no podíamos expresar con palabras; llantos, risas, gritos de alegría... fue un cúmulo de cosas, de pensar que estamos en París», señala Pelaz, que ha pasado unos días de descanso tras el éxito en casa.

La vallisoletana es, desde septiembre de 2020, entrenadora del conjunto español sénior de gimnasia rítmica, junto a la seleccionadora, Alejandra Quereda, en el CAR de Madrid. Los seis años anteriores lo había sido de la júnior, de la que en parte se nutrió este conjunto absoluto: «Las gimnastas eran jóvenes, muchas del conjunto júnior, otras fueron selección de Alejandra de 2020. Poco a poco han ido evolucionando, tienen 17 y 18 años, mucho recorrido y mucho por mejorar. Sabíamos que era un equipo fuerte, unido y con mucho esfuerzo, además de muy ambicioso. Confiamos en que dé muchas alegrías y sorpresas».

Así que Ana Pelaz regresará a una cita olímpica. Esta vez desde el banquillo. La anterior fue en 2008, como titular de un conjunto español que no pudo alcanzar la final. «Veníamos de ser quintas del mundo, pero los fallos están ahí y son inexplicables. Teníamos entrenado cada centímetro del ejercicio; pero pasó algo que no tenía que haber pasado, nos quedamos descuadradas durante 5 segundos y no pasamos a la final», recordaba en su día.

Para llegar a Pekín tuvo que trabajar... y mucho. Primero en su Laguna natal, donde comenzó en este deporte en las escuelas municipales, con 6 años. Luego, en el Centro de Tecnificación de Valladolid, bajo la batuta de Silvia Yustos. Y más tarde en el Club Pincias. En septiembre de 2002 llegó la llamada definitiva de la selección, teniendo que mudarse a Madrid, donde estuvo de suplente los primeros años, viendo los Juegos de Atenas 2004 desde la grada, pero como aficionada: «A partir de ese año ya entré dentro de los ejercicios y a partir de 2005 ya en Mundiales». Luego llegó Pekín. Tras los Juegos muchas compañeras se retiraron, quedándose ella como la mayor, siendo la capitana del equipo. Con 22 años, en octubre de 2009, decidió dejarlo por voluntad propia, eso sí con varias medallas mundiales en su palmarés.

«De 2009 a 2014 me desvinculo del equipo nacional. Entrené en Laguna y en varios coles, como el Ave María. Pero luego volví a Madrid por estudios y comencé en el club de Arganda», echa la vista atrás. Hasta que ese 2014 entra en la estructura de la selección. Primero en la júnior. Y ahora en la sénior: «Estaba en el equipo júnior; y Alejandra, desde 2018, como seleccionadora de individual. En 2020 hubo un cambio, ya con Alejandra de seleccionadora y yo de entrenadora del conjunto sénior. Entre las dos llevamos el conjunto, aunque ella, al ser la seleccionadora, tiene que ver, observar y controlar las dos modalidades (Marta Linares es la entrenadora de individuales)».

La clasificación para París les ha cambiado, en parte, sus planes. «Por tenerla ya, no hay queja. Ahora haremos una planificación nueva pensando en París 2024, sin olvidar el Mundial de Valencia 2023, que es en casa. Pero se ve de otra forma», matiza.

Ana Arnau, Inés Bergua, Mireia Martínez, Patricia Pérez, Salma Solaún y Valeria Márquez, con la vallisoletana Ana Pelaz como entrenadora y la alicantina Alejandra Quereda, como seleccionadora, sueñan bien despiertas con París.