Geosat vigilará el Atlántico desde Boecillo con 8 satélites

Óscar Fraile
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La compañía, cuya sede central está en Portugal, compró el año pasado los activos de Deimos Imaging después de que la empresa que dirigiera Pedro Duque presentara concurso de acreedores

Integrantes de la plantilla de Geosat en el Parque Tecnológico de Boecillo. - Foto: Jonathan Tajes

La empresa Geosat Satélites, ubicada en el Parque Tecnológico de Boecillo, se encuentra inmersa en un ambicioso proyecto de monitorización del océano Atlántico a través de 16 satélites que se lanzarán al espacio en los próximos años. Se trata de un plan en el que participan España y Portugal, ya que cada país operará ocho de esos satélites. Y, curiosamente, aunque Geosat esté en mitad de la meseta castellana, su principal interés estará en los satélites lusos, ya que la sede principal de esta empresa se encuentra en Portugal. Pero será la de Boecillo la encargada de recibir y procesar esas imágenes.

En el país vecino ya se ha firmado el acuerdo de cofinanciación del proyecto con las administraciones públicas. «Los satélites se lanzarán en 2025 y en España el proceso será algo distinto, pero contamos con que sigan en línea con los mismos plazos», explican fuentes de Geosat.

El proyecto, denominado Constelación Atlántica, servirá para mejorar el conocimiento de «ese sistema tan complejo», además de ayudar a mejorar los ecosistemas que allí conviven y apoyar actividades económicas y científicas que se desarrollan en el océano y en las zonas costeras de forma sostenible. «Es un plan en el que tenemos puesta mucha ilusión y creemos que puede despertar el interés de otros países, más allá de España y Portugal», añaden las mismas fuentes.

Imagen del satélite Geosat 1 sobre el Iceberg A-74 de la Antártida. Imagen del satélite Geosat 1 sobre el Iceberg A-74 de la Antártida. - Foto: GeosatEl proyecto supone reforzar el futuro de una compañía que ahora opera dos satélites (Geosat 1 y Geosat 2, antiguos Deimos 1 y Deimos 2). La nueva constelación de ocho satélites de muy alta resolución, «acompañada de una actividad comercial reestructurada y potenciada por el nuevo equipo gestor, ha hecho que el futuro de Geosat sea muy prometedor». El centro de Boecillo cuenta con más de 30 profesionales muy cualificados y con una amplia experiencia en este sector.

Geosat Satélites inició su actividad en el Parque Tecnológico de Boecillo el año pasado después de comprar los activos de Deimos Imaging, empresa que llegó a estar dirigida por el astronauta Pedro Duque y que en 2021 presentó concurso de acreedores. De hecho, Geosat cuenta con la misma plantilla que Deimos, aunque su modelo de negocio ha evolucionado. Esta empresa, aparte de ofrecer imágenes de satélite de alta resolución, hace lo propio con datos extraídos de las mismas, un plus que ayuda a sus clientes a interpretarlas. Aparte de empresas privadas y organizaciones gubernamentales, Geosat también trabaja para centros de investigación y universidades de todo el mundo, aunque su principal nicho de negocio está en Europa.

Los dos satélites de esta compañía, cuya sede central está en Portugal, permiten obtener imágenes con «súper resolución». Concretamente, cada píxel muestra 40 centímetros de territorio. Además, como la compañía dispone de un vasto archivo, tiene posibilidad de ver la evolución en el tiempo de cualquier zona. Su potencial también radica en que es capaz de servir una imagen en un plazo de entre diez y 40 minutos, un aspecto fundamental en la gestión, por ejemplo, de un desastre natural.

Con el cambio del año pasado, Geosat trasladó su sede de España de Madrid a Valladolid. El proyecto Constelación Atlántica supondrá un impulso a su actividad. «Los satélites que operamos hoy son el punto de partida de un negocio que vamos a ver crecer en los próximos años», señala la compañía, que aspira a ser «una de las principales referencias a nivel global de observación de la tierra».

De vigilar el deshielo a buscar litio

Las imágenes y los datos que vende Geosat tienen múltiples aplicaciones en sectores muy diversos. Uno de los más habituales es la agricultura, con «importantes clientes» en Estados Unidos. Esta información sirve, por ejemplo, para monitorizar los cultivos y analizar su estado. Gracias a ello los profesionales pueden saber aspectos como el estrés hídrico al que está sometida una determinada zona, la necesidad de utilizar más nitrato o el tipo de cultivo.

Otro sector para el que trabaja esta empresa es el de la minería y la energía. De hecho, tiene entre manos un proyecto muy esperanzador para el rastreo de minas de litio. En el caso de las plantas solares y parques eólicos, esta herramienta se suele utilizar para prevenir o investigar robos.

Las imágenes y datos de Geosat también son útiles en casos de desastres naturales. Tanto es así que la compañía ha sido la encargada de facilitar esta información en el reciente incendio de la Sierra de la Culebra, en Zamora. Otro ejemplo es el contrato que tienen firmado con la EMSA, siglas en inglés de la Agencia Europea de Seguridad Marítima. «Tenemos el control de todo el Mediterráneo y sabemos que este organismo ha utilizado las imágenes para la detección de piratas en la zona de Somalia y para temas de inmigración en Lesbos, Grecia...», explica el counter manager, Juan José Fernández. Otras aplicaciones podrían ser el control de vertidos.

En lo que se refiere a seguridad, Geosat trabaja para varios países en el suministro de imágenes que faciliten el control de fronteras, así como la detección de material bélico.

Los gobiernos de distintos países también recurren a esta empresa para solicitar la cobertura en imágenes de toda la nación. En una que sea extensa, como Brasil, se necesitarían más de 8.000 imágenes. Aunque es menos habitual, los particulares también puede solicitar este servicio para, por ejemplo, definir los límites de los linderos.

Otro potencial campo de actuación de Geosat es el cambio climático, en especial el control de áreas deforestadas. Lo mismo sucede con el deshielo. De hecho, la BBC contrató a esta firma el año pasado para hacer un seguimiento del mastodóntico iceberg A-74 que se desprendió de la Antártida. Nada menos que casi 1.300 kilómetros cuadrados de superficie. En la actualidad tiene activas otras campañas para el control del deshielo en los glaciares. Dentro del capítulo de cambio climático, Geosat también trabaja en el control de polución de Bombay, una de las capitales con mayor densidad de población del mundo.

Por último, Geosat también trabaja en el campo de los servicios financieros, puesto que hay aseguradoras que recurren a ella para llevar a cabo determinados controles a sus asegurados. Y hay casos de lo más curiosos, como el de un agricultor en Andalucía que levantó en sus tierras olivos de cartón piedra, solo para que contarán en el número de unidades y así recibir más subvenciones. Gracias a las imágenes del satélite se pudo evitar esta estafa.