Castilla y León, por segundo día consecutivo, volvió a reconocer a los mejores y más brillantes miembros de la Comunidad en diferentes ámbitos. Ayer tocó el turno del Premio Castilla y León de Investigación Científica y Técnica e Innovación, que recayó en el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular Juan Pedro Bolaños Hernández, y el de las Artes, que lo hizo en el Museo Casa Botines Gaudí de León. En el caso del investigador canario pero salmantino de adopción, el jurado acordó por unanimidad conceder este galardón «por la excelencia y calidad de sus publicaciones, que incluyen algunas de las mejores revistas científicas del mundo, las colaboraciones internacionales que ha establecido y su proyección de futuro como embajador de la ciencia de Castilla y León». Éste consideró un «enorme orgullo» y «honor muy grande» recibir este galardón por parte de su grupo de investigación, que «recae» sobre su persona «pero el trabajo es de todos, de un equipo», que ahora está conformado por unas 15 personas pero que es variable. «El respaldo a la investigación ha crecido notablemente en las últimas tres décadas desde la sociedad y desde las aportaciones económicas», celebró.

En el caso de la institución leonesa, el jurado acordó, por mayoría, concederle este galardón «en reconocimiento a su labor como institución privada al servicio de la sociedad y su compromiso con la conservación y difusión del patrimonio de las desparecidas cajas de ahorro provinciales, así como con el desarrollo socioeconómico de la Comunidad». «Muy honrados, teniendo en cuenta las personalidades del jurado, orgullosos por el trabajo realizado y motivados para crecer», resumió el director general de Fundos (Fundación Obra Social de Castilla y León), Chema Viejo, la concesión del premio, y consideró el galardón como el fruto de un trabajo «serio, minucioso, hecho desde el cariño y con vocación de utilidad pública, porque hemos querido construir un proyecto solvente con proyección, que aporte valora añadido turístico, cultural y económico».