Editorial

Medidas urgentes y necesarias para frenar la COVID-19

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La incidencia de la pandemia se encuentra desbocada a las puertas de la Navidad sin que hasta ahora las administraciones públicas hayan hecho lo necesario por detener su expansión, que se ha incrementado de forma muy importante en las últimas semanas. Salvar la Navidad era y sigue siendo el objetivo, pero no parece muy acertada la estrategia puesta en marcha por el Gobierno y las comunidades autónomas, si es que han seguido alguna hoja de ruta. Como viene sucediendo desde el inicio de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, Pedro Sánchez sigue escondido bajo la 'cogobernanza' para no tomar decisiones que pueden ser impopulares, pero que en estos momentos son imprescindibles para la salud pública de los españoles.

Ante esta parálisis por parte del Ministerio de Sanidad y del Gobierno de España, las comunidades están haciendo la guerra por su cuenta. Casi todas tienen ya implantado el pasaporte covid y, a pesar de ello, la incidencia del coronavirus sigue sin control y obligando a imponer nuevas medidas de limitación de aforos, cierre del ocio nocturno, no consumo en barras e incluso el toque de queda, como sucede en Cataluña. La Conferencia de Presidentes que celebrarán hoy de forma telemática es una nueva oportunidad para no desconcertar a los ciudadanos, para acordar medidas homogéneas en todos los territorios que vayan ajustándose a la situación concreta de cada comunidad autónoma, pero que no ahonde las diferencias entre unos y otros.

Pedro Sánchez debe asumir su liderazgo, no solo escuchar como incidió ayer la ministra portavoz, y hacer una propuesta que pueda ser asumido por todos para frenar la sangría de casos positivos, que pese al alto porcentaje de vacunados, está volviendo a llenar las UCI de los hospitales y en muchos casos colapsando los centros de atención primaria. Es la hora de enviar un mensaje serio, de dialogar hasta llegar a un acuerdo que haga posible mantener las reuniones familiares en estas fechas navideñas, restringiendo o limitando todas las actividades donde puedan juntarse grandes grupos de personas sin las debidas precauciones. Evidentemente, no se trata de buscar culpables ni de demonizar sectores, sin embargo, tampoco se puede seguir haciendo como si nada ocurriera.

La gravedad de la situación sanitaria requiere la adopción de decisiones de manera urgente. Y esa es una de las responsabilidades de nuestros políticos, evidentemente para ello tienen asesores y expertos en comités varios, a los que parece que ya han olvidado. El coronavirus no ha desaparecido y diariamente sigue haciendo daño a miles de ciudadanos e incluso matando a decenas de ellos. No se puede esperar más, así que hoy hay que acabar el día con soluciones que reviertan la curva.