La provincia tendrá una campaña de girasol "desastrosa"

R.G.R.
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La sequía y el calor han hecho que la campaña «no sea rentable» a pesar de la subida de los precios. Los agricultores aumentaron la superficie sembrada hasta las 41.000 hectáreas

Girasol seco por la falta de lluvia. - Foto: Jonathan Tajes

El inicio de la campaña de girasol comenzó con muy buenas perspectivas debido al aumento de los precios de la pipa allá en el mes de abril. Los agricultores de la provincia incluso aumentaron la superficie destinada al cultivo por encima de las 41.000 hectáreas. El cultivo arrancó bien la campaña, pero lo termina muy mal. Las labores de recogida comenzaron hace unas semanas y se prolongarán durante otros 15 días para terminar de cosechar todas las parcelas. Los rendimientos están siendo «calamitosos» debido al calor y la falta de agua.


Los sindicatos agrarios están alarmados con los rendimientos de muchas parcelas, que en algunos casos «ni siquiera llegarán a los 200 kilos por hectárea». El asfixiante calor de los meses de julio  y agosto y la falta de precipitaciones ocasionó que las plantas no pudieran completar su ciclo vegetativo. 


En la provincia, se pueden ver durante estos días multitud de parcelas sembradas de girasol que no están recogidas con un estado lamentable. Las plantas completamente negras y secas debido a la falta de humedad, prácticamente sin pipas para recoger. «Al final, durante los próximos días se recogerán, pero en muchos casos por limpiar la parcela y dejarla preparada y no porque sea rentable», comenta el coordinador del sindicato agrario UCCL en Valladolid, Valentín García. 

Girasol seco por la falta de lluvia.Girasol seco por la falta de lluvia. - Foto: Jonathan Tajes


Muchos agricultores no están teniendo más remedio que dar parte al seguro (Agroseguro) porque los rendimientos esperados están siendo mínimos. «Los pagos que se realizan por parte de los seguros son de 360 euros, cuando los contratos realizados antes de la campaña de superan los 600 euros. Los agricultores dejan de ganar casi 300 euros», reconoce el presidente de Coag en Valladolid, David Garrido, quien indica que los rendimientos en algunas parcelas «están siendo mínimos» y no llegan a los 200 kilogramos por hectárea. 


Los seguros se formalizan antes de la campaña y, ante el desconocimiento de cómo van a transcurrir los siguientes meses, muchos agricultores optaron por rendimientos más bajos. 

Acor aprobó un precio base garantizado de carácter mínimo de 630 euros por tonelada junto a una prima de 70 euros por tonelada en el caso del girasol alto oleico. Al final de la campaña se determinará el precio final de liquidación en función de la evolución del mercado durante el periodo de entregas que finalizará el 22 de octubre.


La superficie de girasol en Castilla y León, con 388.100 hectáreas, representa el 47% de toda la superficie sembrada en España, lo que supone un incremento de un 55% respecto al pasado año (250.894 ha). Sin embargo, no son las cifras más altas de la historia de este cultivo, en el año 1993 se superaron el medio millón de hectáreas en la Comunidad.


«Eran unos buenos precios a principios de campaña y por eso se aumentó la superficie», destaca el presidente de Asaja en Valladolid, Juan Ramón Alonso, quien apunta que la campaña ha sido un desastre y destaca que algunas parcelas se recogerán durante estos días a pesar de que «casi no se cubrirá el coste de la cosechadora». «No te queda más remedio que hacerlo, pero la verdead es que no  merece la pena en ocasiones recogerlas porque sabes que no tienen pipa». 


Habrá que esperar para conocer el número de agricultores que han dado parte al seguro al finalizar la campaña dentro de una quincena. Será entonces cuando se pueda saber el número de agricultores cuyos rendimientos han estado por debajo de estos 360 euros por hectárea. «Los seguros se hacen también teniendo en cuenta la media histórica que recoge cada agricultor y este año puede ser muy inferior a esa media», recalca Alonso.