La comida casera de 'Los trilli'

M.B.
-

El restaurante Miguel Ángel Barra y Mantel destaca por sus tablas, de carne y mixta; su cachopo, sus rabas, sus callos, sus croquetas...

Charo y Mar, en la cocina del restaurante Miguel Ángel Barra y Mantel. - Foto: Jonathan Tajes

Koki, Isaac y Ángel no son trillizos. Pero como si lo fueran. De hecho, Isaac y Ángel son hermanos. Los tres cogieron en febrero de 2020 el relevo a Miguel Ángel y Beni en el restaurante Miguel Ángel, en el barrio de Parquesol. «Le conocí a través de un conocido. Ellos se iban a jubilar y nos decidimos a coger el negocio a medias», señala Koki Villalonga sobre el cambio que le dieron a un negocio que lleva desde mayo de 2003 abierto en la esquina de las calles Manuel Silvela con Juan Martínez Villergas. 

«Pensamos que el covid iba a ser un mero resfriado... pero al final no pudimos abrir hasta octubre de ese 2020, tras una reforma, empapelado y algunos otros cambios», añaden. Koki viene del mundo de la hostelería, primero del ocio nocturno y luego de la restauración –tiene Hasta La Peineta Taberna–, y los hermanos Nieto de la Abogacía. Los tres son amigos de la infancia, del colegio Lourdes, y entre ellos bromean con lo de 'los trilli'. Uno apostó por seguir en un mundo que conoce y los otros, por invertir y salir de su habitual círculo.

Aunque hicieron reforma, mantuvieron el nombre, añadiéndole un par de apellidos, Barra y Mantel: «Barra porque apostamos por ella de manera informal, como la clásica taberna donde tomarse algo –siempre con una tapa gratis con la consumición–; y mantel, por el tema del restaurante». Para ello cuentan con dos plantas. La primera, donde se encuentra esa barra y unas pocas mesas, para algo más de una veintena de clientes; y la segunda, con una capacidad para unos 35 comensales: «Y una terraza amplia, aprovechando la esquina de las dos calles, donde podemos atender a otras cincuenta personas».

También apostaron por las mismas cocineras que ya estaban con los anteriores dueños, Charo y Mar, que siguen siendo las encargadas de preparar esa cocina tradicional, en formato raciones, destacando las tablas, la mixta y la de carne, por 42 euros, «que perfectamente puede ser para cuatro personas»; el menú diario de lunes a viernes (con cocido todos los jueves); el cachopo (de ternera con jamón ibérico, queso curado y pimientos), los callos, la oreja, las rabas, la parrilla de verduras o el bacalao a la vizcaína. Además son uno de los locales con el distintivo de torrezno de Soria. «Y no nos podemos olvidar de las croquetas caseras, de queso o de jamón ibérico; y las patatas, de verdad, que se pelan a diario, de Cubillas», añaden.

En el menú diario, que cambian cada semana, por 14,5 euros ofertan tres primeros y tres segundos a elegir, con ese cocido como el rey de los jueves por el mismo precio. Además, también ofrecen la posibilidad de menús por encargo para grupos.

Su carta es amplia y fácil de visualizar, dividida en los clásicos, las tablas, la huerta, carnes, pescados y postres. ?«Aquí somos una familia. Así nos consideramos». Los tres son casi 'trillizos'; en la sala suelen estar entre semana la mujer de Koki, María; y el tío Juan; las cocineras son las de toda la vida; mientras que el toque joven lo dan Iván y Juan Carlos.

Cierran solo los martes por descanso, abriendo entre semana de 9.00 a 17.00 horas y de 19.00 a 00.00; y sábado y domingos, de 10.00 a 17.30 y de 19.00 a cierre. 

«Tenemos todo tipo de clientes, los que vienen a tomar algo o a comer, de manera indistinta», señalan desde su coqueto local.