Las familias que solicitaron la implantación este curso de la asignatura de Religión Islámica en cuatro colegios de Valladolid tendrán que esperar. La falta de profesores ha vuelto a impedir que esta materia se imparta en la provincia, a diferencia de lo que sucede en otras de Castilla y León, donde varios colegios incluyen esta materia en sus programas desde hace años.
La Junta de Castilla y León está obligada a ofrecer esta asignatura opcional en los centros donde se registren al menos diez solicitudes por parte de las familias, una condición que este año se había cumplido en el Fray Luis de León y el Allúe Morer, en la capital, además del Ana de Austria (Cigales) y el Gloria Fuertes (Tudela). Sin embargo, la Comisión Islámica de España, que es el organismo encargado de dotar de docentes a las comunidades autónomas que los precisan, no ha podido encontrar ningún profesional dispuesto a venir a Valladolid, dado que la suma de todas las horas que tiene que impartir no llegan a una jornada completa y eso compromete la rentabilidad del puesto de trabajo para los potenciales aspirantes. No es algo nuevo. Desde el año 2018 distintos centros de Valladolid han registrado ese mínimo de diez solicitudes sin que finalmente se haya encontrado un profesor. De hecho, la Comisión Islámica de España publicó en julio de este año un comunicado en el que hace un llamamiento a los aspirantes a docentes, quienes deben cumplir una serie de requisitos: poseer una titulación académica igual o equivalente a la exigida para la Educación Infantil o Primaria o Secundaria o Bachillerato, según corresponda. Además, deben tener un certificado de idoneidad de la Comisión Islámica, al que solo puede acceder la población musulmana.
Los cuatro centros donde las familias solicitaron esta asignatura confirmaron que, después de tramitarlas ante la Dirección Provincial de Educación, no ha llegado ningún docente.
La propia Comisión confirmó a este periódico a principios de septiembre que tenía la intención de ofrecer una plaza en Valladolid que no se ha llegado a cubrir, ya que los potenciales interesados de fuera de la provincia tendrían que desplazarse, pagar el alojamiento y la manutención con un número de horas de trabajo que no llega ni a una jornada. Así que los esfuerzos de la Comisión se centran en encontrar un docente en Valladolid.
El acuerdo que obliga a las comunidades a ofrecer esta asignatura se firmó en 1992 entre el Estado español y la propia Comisión Islámica «a fin de hacer efectivos los derechos de libertad e igualdad religiosa de las comunidades musulmanas establecidas en España».