La industria del plástico vallisoletana repercute el impuesto

Óscar Fraile
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Fabricantes y distribuidores de Valladolid aseguran verse obligados a trasladar este incremento del coste por kilo y aseguran que este tributo ya se nota en la cesta de la compra

Instalaciones de Plastic Home, en el polígono de San Cristóbal. - Foto: Jonathan Tajes

Desde el pasado 1 de enero, las empresas del sector del plástico tienen que pagar un impuesto de 0,45 euros por cada kilo adquirido o producido de este material, siempre que se trate plástico no reutilizable. Un tributo que emana de la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular aprobada en abril del año pasado que, a su vez, es una transposición de una directiva europea. De hecho, en 2020 Bruselas estableció una tasa para los países miembros de 0,8 euros por cada kilo de plástico que no se recicle. Aunque, por el momento, España es el único país de la Unión Europea (UE) que ha aprobado un tributo a la producción y adquisición de este material. Reino Unido también lo ha hecho recientemente, con 200 libras esterlinas por cada tonelada de plástico producido o importado que contenga menos de un 30% de material reciclado.

Valladolid cuenta con varias empresas directamente afectadas por esta medida, ya sea como productoras o distribuidoras de plástico. En general, se muestras críticas con una medida que consideran muy lesiva para sus intereses y que, según aseguran, contribuirá a acelerar la espiral inflacionista en la que está inmersa el país, ya que ese encarecimiento ya se ha repercutido al consumidor final, algo especialmente sensible en la alimentación.

«Tiene una clara finalidad recaudatoria y no medioambiental, puesto que solo se establece para los envases plásticos, obviando los de otros materiales que también se convierten en residuos», asegura la directora financiera de Plásticos Reca, Paz Hidalgo. «Hay estimaciones de que el Gobierno va a dejar de recaudar 661 millones con la rebaja del IVA a alimentos esenciales, pero, con la nueva imposición al plástico, podría recaudar cerca de 690», añade.

La empresa Nuditex está en Medina del Campo.La empresa Nuditex está en Medina del Campo. - Foto: Jonathan TajesEsta empresa, ubicada en Villanubla, tiene 36 trabajadores y produce film retráctil, embalajes de palets, films de envasado vertical y fundas y bolsas para los sectores de la alimentación, la automoción, la industria y la construcción. Según Hidalgo, «con la inflación rozando el 7% y la cesta de la compra acumulando su mayor subida en 34 años, la aplicación del impuesto a los envases plásticos no reutilizables supondrá una nueva carga para los hogares, que verán aumentar el precio de buena parte de los productos que vayan envasados en plásticos».

Pero no solo se verán afectados los fabricantes de plástico. Las empresas distribuidoras también denuncian el impacto negativo que este tributo tendrá en su actividad. Una de las que opera en Valladolid es Papecal, situada en la calle Turquesa del polígono de San Cristóbal. «Tenemos unos márgenes de entre diez y veinte céntimos por kilo, y ahora ponen un impuesto de 45 céntimos... estamos trabajando para el Estado», se queja el gerente, Mauro González. Según él, «no queda otra opción» que repercutir el incremento del precio de lo que compran a sus clientes. «Esto al final lo que provoca es más inflación y una pérdida de competitividad de las empresas españolas», añade.

Qué dice la ley

Según reza la propia ley, esta normativa persigue fomentar la economía circular y reducir la generación de unos residuos que son especialmente dañinos para el mar. Greenpeace sostiene que el 79% de los plásticos generados hasta hoy ha acabado en el medio ambiente, y solo se ha reciclado un 9%. El objetivo de esta ley es que España reduzca en 2025 un 13% de los residuos respecto a 2010 y que en 2030 ese porcentaje llegue al 15%.

Nuditex es otra empresa de Medina del Campo afectada por este tributo. Con 15 trabajadores, su modelo de negocio consiste en importar materiales, como sacos de rafia y film, de zonas como Oriente Medio e India, y distribuirlo a otras compañías de España. Manuel Mediavilla, copropietario, habla de un «impuesto revolucionario», a su juicio, desproporcionado. «Si fuera de cinco o seis céntimos el kilo, puedes entrar en negociación con el cliente para ver si lo pagas tú o él, pero 45 céntimos es muchísimo dinero», señala. Así, esta empresa ha decidido repercutir en sus clientes el incremento del precio que paga por comprar el plástico. «Ahora mismo, un contenedor de los que recibimos puede tener un coste en concepto de IVA de unos 9.000 o 10.000 euros, y del impuesto al plástico, 11.000», se queja.

No obstante, Mediavilla también considera que esta medida puede ser una oportunidad. De hecho, para ellos lo es, porque esta empresa tiene un amplio bagaje en el desarrollo de productos con un menor espesor, manteniendo las mismas prestaciones. «Hasta ahora muchos clientes no te escuchaban sobre esto porque ven bien el ecologismo si no les cuesta dinero, pero ahora este tema está empezando a costar mucho dinero y ya te escuchan», señala. Como el resto de empresas del sector, Nuditex tiene menos actividad ahora respecto a hace unos meses, porque a finales del año pasado se produjeron muchas operaciones para evitar pagar este impuesto, y los compradores hicieron acopio.

Otra distribuidora de plástico de Valladolid es Plastic Home, situada en San Cristóbal. Su gerente,José Antonio Cordero, asegura que se ha notado «el importantísimo» porcentaje de incremento del precio de sus proveedores y reconoce que ellos también lo han repercutido en sus clientes. «Es inasumible», dice. Cordero opina que este tributo no conseguirá reducir el consumo de plástico porque, según él, este material se utiliza en actividades imprescindibles y no existe una alternativa en el mercado. «Podemos hacer cosas para que se recicle o para evitar que se haga un mal uso, pero es inevitable que se siga utilizando», finaliza.