Agricultura, construcción y hostelería tirarán del empleo

Óscar Fraile
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La previsión de contrataciones veraniegas varía en función de los sectores

La construcción tiene buenas previsiones de cara al verano. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

El mercado laboral de Valladolid se enfrenta al que quizá sea el verano más atípico de los últimos años. En mayor o menor medida, casi todas las empresas han sido golpeadas por la crisis de la covid-19 y ahora, después del estado de alarma, unas han vuelto a la actividad con más intensidad que otras. En un extremo podrían estar, por ejemplo, las empresas de la construcción que se dedican a las reformas, que atienden durante estos días toda la demanda acumulada durante los tres meses del estado de alarma. En otro extremo se sitúan negocios como los de hostelería dedicados al mundo de la noche. Por ejemplo, las discotecas y bares musicales que han decidido no abrir todavía por las restricciones que se les sigue imponiendo.

La empresa de recursos humanos Adecco presentó hace unos días un informe en el que vaticinaba que en Valladolid se firmarán unos 15.800 contratos laborales en verano. En el mismo estudio señala que serán un 21 por ciento más que «durante los meses previos». Pero el mismo estudio elaborado el año pasado señalaba que la contratación en la provincia se iba a elevar hasta los 19.872 contratos. Es decir, un 20,5 por ciento más que este año. Pero lo cierto es que las previsiones son muy cambiantes en función del sector analizado y la situación en la que haya quedado después del estado de alarma. El sector de la construcción es uno de los que tiene mejor perspectivas, sobre todo por el volumen de empleo que mueven las numerosa promociones que se están empezando a construir por la ciudad. Basta con analizar los datos de la Encuesta de Población Activa para comprobar que este sector es el más dinámico. Si en el primer trimestre del año pasado mantenía ocupadas a 10.600 personas, a finales del marzo de este año, con la crisis del coronavirus en marcha, esa cifra había subido hasta las 15.200. Se trata de un 43,3 por ciento más pese a que en otros sectores la caída en este periodo ha sido más que considerable. Por ejemplo, en la industria, que ha pasado de 40.400 ocupados a 35.900, casi un doce por ciento menos. Un cambio en el que tiene mucho que ver la delicada situación por la que atraviesa el sector de la automoción, paralizado durante semanas, con las consecuencias que eso tiene para la industria auxiliar.

Incertidumbre 

El verano también es una incógnita para el sector de la hostelería. Tanto es así, que la propia Asociación Provincia de Empresarios de Hostelería cree que será bueno para la contratación, porque habrá mucha más gente en la ciudad que otro años y eso incrementará el consumo. Fuentes cercanas a este asociación aseguran que ya hay hosteleros que han intentado aumentar su plantilla, pero que se han encontrado con el problema de siempre: no encuentran el perfil adecuado para el puesto. Muy diferente es la percepción que se tiene desde la asociación de empresas del sector alimentaria Vitartis. Su directora general, Cristina Ramírez, reconoce que las firmas del canal HORECA (hoteles, restaurantes y cafeterías) son las que peor lo han pasado en los últimos meses y que muchas de ellas han tenido que reducir plantilla. Su previsión es que no se podrá alcanzar el mismo nivel de empleo, al menos, hasta mediados del año que viene.

Y puede que ambas predicciones sean compatibles, si se tiene en cuenta que la inmensa mayoría de las contrataciones que se hacen en estos meses, por no decir todas, son temporales. Es decir, el verano es una ‘burbuja’ que se estabiliza en septiembre y puede que tengan que pasar más meses para que recupere el nivel de trabajadores previo a la crisis de forma más estable, tal y como prevé Vitartis. 

Incluso cuando no es verano, la alta temporalidad es una constante en la contratación en Valladolid. Según los datos del Ministerio de Trabajo, de los 75.314 firmados en los seis primeros meses del año, solo el 10,2 por ciento fueron indefinidos.

El peso del sector servicio, y en especial de la hostelería, también se refleja en el tipo de profesionales que buscan las empresas. Según el informe de Adecco, las ofertas de trabajo más habituales son para camareros, cocineros, ayudantes de cocina, agentes de viajes, camareros de piso, monitores de tiempo libre o animadores y socorristas para piscinas.

No obstante, la reciente crisis sanitaria también ha hecho que aparezcan otros perfiles deseados por las empresas, como desinfectadores de ropa y espacios y controladores de temperatura en edificios y espacios públicos, según reza el informe de Adecco, que también señala que las contrataciones previstas en Castilla y León se elevan hasta las 59.000, muy por debajo de las 72.847 del pasado verano.