Una empresa de trabajo temporal (ETT) despidió el pasado 3 de marzo a 25 trabajadores que desarrollaban su labor en la empresa Saint Jean de Mojados, una auxiliar de la automoción, si bien estos empleados no formaban parte de la multinacional francesa. El conflicto comenzó cuando a estas personas se les informó de que iban a ser subrogadas desde la ETT a una tercera compañía para seguir desarrollando el trabajo que hasta esa fecha venían haciendo. Pero esa operación nunca se cerró, hasta el punto de dejar a los trabajadores "en una situación de inseguridad jurídica y laboral", como señala su abogado, Saúl Núñez Amado. En medio de esta incertidumbre, los afectados recibieron una carta en la que se les informaba de que Saint Jean había decidido no seguir trabajando con esta ETT. Esto suponía, además, frenar la subrogación prometida a la nueva empresa.

Las negociaciones para aclarar la situación de estas 25 personas se prolongaron durante casi todo el mes de marzo, hasta que el pasado día 28 se produjo una reunión en el Servicio de Relaciones Laborales (Serla) en la que la empresa de trabajo temporal reconoció la improcedencia de estos despidos, de modo que ha indemnizado con 33 días por año trabajado a cada empleado, frente a los doce que planteaba en un principio. Esto implica que cada uno de ellos se ha embolsado entre 3.000 y 4.000 euros más de la cantidad que les ofrecían en un primer momento. Un dinero que ha pagado íntegramente la ETT, puesto que Saint James no tenía contratados directamente a estos trabajadores.