La Junta impone 58 multas a macrogranjas porcinas en 7 años

SPC
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Tres de cada cuatro expedientes sancionadores resueltos desde 2014 contra estas instalaciones, con más de 2.000 animales, se deben a incumplimientos en el tratamiento de residuos

Cabezas de ganado porcino en una explotación ganadera de la provincia vallisoletana. - Foto: Jonathan Tajes

La Junta emitió 58 sanciones por incumplimiento de la normativa medioambiental a explotaciones porcinas de más de 2.000 animales, las conocidas como macrogranjas, desde 2014. De todas ellas, cerca del 75 por ciento (43) fueron por incumplir el tratamiento de residuos.

Así figura en la respuesta ofrecida por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, recogida por Ical, a la pregunta parlamentaria realizada en octubre de 2021 por la exprocuradora de Podemos, Laura Domínguez, en relación al impacto ambiental de las granjas porcinas de más de 2.000 animales.

Este tipo de instalaciones, consideradas como macrogranjas por el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes al obligar a informar de sus emisiones, fueron objeto de 99 expedientes incoados de los que se resolvieron 78 procedimientos sancionadores: 20 fueron archivados y el resto aparejaron sanción, 43 de ellas por incumplimiento en el tratamiento de residuos.

Por provincias, las explotaciones de Salamanca fueron las que más sanciones sumaron, con 26. De entre las sanciones, la Junta especifica que los principales motivos fueron el incumplimiento de la normativa respecto a purines (19), seguido por los residuos veterinarios (3) y la alteración grave del suelo (1).

A continuación se sitúa Burgos, con 19 expedientes resueltos y once con sanción, especialmente por abandono, vertido o eliminación incontrolada de purines y de los residuos de construcción y demolición procedentes de intervenciones en las instalaciones de las granjas, la eliminación incontrolada de residuos mediante quema y el almacenamiento irregular de residuos propios de la actividad agropecuaria.

En Ávila se tramitaron once expedientes, de los que seis acabaron en sanción, uno menos que en Soria, principalmente por deficiencias en la gestión de los purines. Mientras, en Segovia se sancionaron cuatro de los ocho expedientes.

Por último, explotaciones de Valladolid y Zamora acumularon dos sanciones cada una, principalmente por la realización de vertidos de residuos consistentes en purines líquidos y por el vertido al terreno de residuos no peligrosos procedentes de la balsa de almacenamiento. En León y Palencia, no se tramitó desde 2014 ningún expediente.

Nuevas instalaciones.

Todo ello en un contexto en el que más de una de cada cuatro explotaciones porcinas que se han implantado en Castilla y León durante los dos últimos años, marcados por la pandemia de covid-19, son macrogranjas. En concreto, se trata de 26 nuevas explotaciones con un censo de animales superior a 2.000, frente a las 68 granjas más pequeñas que iniciaron su actividad en este tiempo.

De esta manera, las macrogranjas suponen el 27,66 por ciento de las nuevas explotaciones porcinas, manteniendo la tendencia desde 2014. Y es que, de las 389 explotaciones porcinas establecidas en los últimos ocho años en la Comunidad, un total de 106, el 27,25 por ciento, fueron macrogranjas.

Por provincias, la que agrupa un mayor número es Soria, con ocho, lo que supone el 30 por ciento. A continuación se sitúa Valladolid, con cinco, y Ávila, Burgos, Salamanca y Zamora, que cuentan con tres.

Por su parte, Segovia solo ha visto la puesta en marcha de una nueva de estas explotaciones, mientras que en León y Palencia no se produjo ninguna.

Desde el año 2014, según los datos facilitados por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural el número de estas granjas que se han implantado en Castilla y León asciende a 106, con Soria encabezando la cantidad de nuevas macroexplotaciones con 33, casi un tercio del total.