El rector se muestra frustrado por la nueva ley universitaria

D.V.
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Largo Cabrerizo asegura que la norma exige "mucho trabajo" de adaptación" y "pocas ventajas", al tiempo que denuncia que "no hay compromiso real de financiación" y en materia de personal "confunde temporalidad con precariedad"

El rector de la UVa, Antonio Largo. - Foto: El Día

El rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo Cabrerizo, se mostró "frustrado" a Ical, y denunció que la reforma constituye una "oportunidad perdida para la reforma sistema universitario español de manera eficaz". "No es la ley que necesitamos las universidades, porque no es la ley que nos ayuda a encauzar algunos de los problemas que tenemos. Mi valoración no es desde luego positiva", dijo.

Largo Cabrerizo puso de relieve que la reforma exige a las instituciones académicas "mucho trabajo" para adaptarse normativa y "organizativamente en relación a las categorías de Personal Docente Investigador". "Nos exige mucho esfuerzo y a cambio ofrece pocas ventajas. La veo como una oportunidad perdida, porque no es la ley que queremos las universidades, al menos las públicas", insistió.

El rector de la Uva criticó que la regulación tampoco ayuda a las universidades a "encauzar el problemas de las plantillas de profesorado y confunde temporalidad con precariedad". "La norma pone el énfasis en los contratos indefinidos del profesorado asociado, pero sigue siendo profesorado precario. No veo yo que contemple avances en ese sentido", remachó.

Antonio Largo asumió en relación a los presupuestos que "se contempla o así se plasma una posibilidad de mayor financiación, pero la transitoriedad de la ley en su contenido recoge su aplicación para este curso y el siguiente, pero se dilata más el compromiso" en esta materia "hasta bastante más adelante". Así, denunció: "Yo entiendo que no hay compromiso real de financiación para los aspectos inmediatos que exige la aplicación de la norma, como las nuevas figuras de profesorado. Con la ley anterior, con un incremento de financiación, se hubiera avanzado más".

Por último, reconoció un punto "positivo" en relación al "intento acercar la internacionalización y de aproximarse a Europa". "Quizás sea uno de los pocos elemento positivos el que se ponga el énfasis en la necesidad de internacionalización. Sin embargo, nos gustaría tener herramientas para configurar universidades competitivas a nivel europeo. Para ello, hay que apostar por la excelencia, y no se hace; y ser rigurosos y serios en las figuras de profesorado, ésta es una de las incoherencias de la ley", concluyó.