La fiebre por la gastronomía suma 120 restaurantes desde 2012

M.B
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La hostelería cuenta con casi 900 locales y 97.000 plazas, amparada por la apuesta de la gente más joven estos años. El sector prevé unas «buenas» fiestas si el tiempo respeta y reconoce «miedo» a octubre por las subidas de precios

Imagen de archivo de un restaurante lleno en Valladolid. - Foto: J.T.

King Delhi, O'Donell, Estraperlo, HaKao DimSum, Raza, Lucense, Rudo, Zorro Zapato, Taberna Mianka... son algunos de los nuevos restaurantes que se han sumado este 2022 a la amplia oferta de locales de restauración en la ciudad. Y no son los únicos. El sector vive un buen momento en cuanto a aperturas, mitigando el cierre de muchos otros negocios, la mayoría 'veteranos', de pequeñas dimensiones y en los barrios. De hecho, en la última década, Valladolid ha sumado más de 120 restaurantes a esa ya de por sí amplia oferta. Según el Boletín de Coyuntura Turística Junta Castilla y León, la provincia contaba el pasado mes de junio, último mes con datos cerrados, con 895 restaurantes, para 96.892 plazas; por los 772 del mismo mes en 2012, con 81.048 plazas. Es decir, en el balance entre aperturas y cierres, Valladolid ha ganado en estos diez últimos años, 123 locales sumando quince mil comensales más. Y sigue en aumento, con anuncios de nuevos locales, como Azul Mediterráneo, La Casa del Sol...

«Creo que la razón es que mucha gente joven, viendo el auge de Valladolid con el concepto gastronómico, se ha lanzado a abrir nuevos locales», señala Jaime Fernández, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid, tratando de explicar ese número en ascenso. Desde la patronal, como no puede ser de otra manera, se ve como muy positivo esas aperturas, aunque se lamenta el «doble» de cierres, «sobre todo en los barrios, que no todo es el centro».

El Concurso Nacional de Pinchos y Tapas y Campeonato Mundial de Tapas Ciudad de Valladolid, con la participación de restauradores de primer nivel y con un jurado estelar; la presencia en las principales ferias gastronómicas nacionales, como San Sebastián Gastronomika o Fitur, de representantes de la ciudad y la provincia; los premios y reconocimientos, en forma de Estrellas Michelin o Soles Repsol año a año, han ayudado a esa fiebre por la gastronomía, alentada también desde la pequeña pantalla, con numerosos concursos y presencia de algún chef de la provincia, como en su día fue Javi Peña.

Así, Valladolid contaba hace una década, en junio de 2012, con 772 restaurantes y 81.048 plazas, como recoge el Boletín de Coyuntura Turística; y desde entonces no ha hecho otra cosa que ir aumentando la oferta, salvo en 2017, en el que hubo un ligero descenso del número de locales (no así de las plazas). De hecho, en esta década, los establecimientos hosteleros cuentan con una capacidad para quince mil personas más, rozando las 97.000 plazas en 895 restaurantes. Curiosamente ni la pandemia de la covid redujo ese aumento de locales. De hecho, pese al gran número de cierres en esta última etapa (La Garrocha, Restaurante María, Campogrande, Casa Antonio, Goya, Voraz fue la llama, Lizarrán, Naguara, Ambigú, Yovilant...), las aperturas han seguido siendo superiores, con diez más entre junio de 2020 y junio de 2021; y otros diez más en el último año. 

El crecimiento se cuantifica en 123 locales más, entre los que están los antes citados, pero a los que se pueden sumar los que abrieron en 2021 (La Pasarela, Miel Mostaza, Sala Veinte, Los Ilustres, Pico Fino, Fuego o Selvático por citar algunos) o en 2020 (Gabino, Doña Pendeja, Villa Juanita, Mercè, La Tarara, La Corrala del Val, Sibuya Urban Sushi Bar, Elote Mexican Grill o La Menuda, por nombrar otros tantos establecimientos), ejemplos de que la pandemia no ha parado el ritmo de aperturas.

Aun con todo, el sector no vive de espaldas a las incipientes crisis. Así, en los últimos años hay una carencia de personal que está llevando a cambiar los modelos de trabajo. Muchos establecimientos han pasado de cerrar o descansar el domingo por la tarde a hacerlo un día más. «Nos sale mucho más rentable porque no encontramos trabajadores», señalan. Esa falta de mano de obra ha llevado a que la Feria de Día tenga el menor número de casetas de su historia, con 72, y hayan descendido las zonas donde se encuentran.

Previsiones. A pesar de esa bajada en el número de casetas, el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería prevé unas buenas fiestas: «La gente está ilusionada y, visto el resto de España con el éxito que están teniendo todas las celebraciones y fiestas, esperamos una semana en las nuestras muy animada si el tiempo lo respeta».

Jaime Fernández no se atreve a hablar de cifras en la calle o en los locales o en la Feria de Día, porque hay muchas variables que pueden hacer cambiar dicha previsión, pero recuerda que la ocupación hotelera está en una media de un 70%, la del año 2019, lo que invita a ese optimismo.

Eso sí, desde la patronal no se oculta el temor, e incluso el «miedo», a cuando acabe la Feria y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo. «El problema es la subida de las materias primas, de las energéticas... hay una incertidumbre enorme a qué pasará», reconoce el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería, por lo que se centra, de momento, en que la hostelería «vaya día a día. Apostando cada vez más fuerte, pero día a día».