Las vacaciones parlamentarias parecen no haber suavizado las distantes posturas entre Junta y oposición, que este martes volvieron a dibujar dos realidades distintas de Castilla y León con un invitado de excepción que invadió el debate parlamentario: la ley del 'solo sí es sí'. Una primera sesión ordinaria en el Parlamento regional –ya se celebró otra a mediados de enero para la tramitación de la Ley de Medidas del PGC de 2023– que estuvo marcada por duras acusaciones desde el asiento del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que atizó a PSOE y Unidades Podemos a cuenta de la polémica normativa estatal de la que ahora se debate su modificación: «Aunque ahora cambien la ley el daño ya está hecho, y las mujeres de Castilla y León y de España no se lo van a perdonar. Se lo garantizo». Y es que las críticas del dirigente autonómico al Gobierno central volvieron a ser el hilo conductor de sus respuestas a Luis Tudanca (PSOE) y Pablo Fernández (Unidades Podemos) durante la sesión de control al Ejecutivo regional, a los que afeó «que haya más de 400 agresores sexuales beneficiados» por la ley del 'solo sí es sí', al tiempo que defendió que «Castilla y León está de moda, pese a las políticas sanchistas».
Estar o no de moda fue, precisamente, el eje sobre el que giró el careo entre el presidente autonómico y el líder socialista, que tiró de ironía para reprochar a Fernández Mañueco que «ha puesto de moda Castilla y León» para que los consejeros de Andalucía afeen la labor del vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, por no tener competencias, a lo que añadió las palabras de miembros del gobierno de Galicia que defienden que «gobernar con Vox no genera estabilidad». Una retahíla a la que añadió la polémica del aborto, donde citó artículos de medios internacionales al respecto, los incendios o los «ataques» al Diálogo Social. «Nos ha convertido en el hazmerreír de España y Europa». Tudanca apuró sus últimos segundos desde la tribuna para deslizar que «en el único sitio donde no está de moda es en el PP». «España crece y usted hunde a Castilla y León».
«Estar de moda es sentir orgullo por esta tierra y por lo que hace la gente de Castilla y León», replicó Fernández Mañueco, que le afeó por «no sentir orgullo por esta tierra». También tuvo tiempo de recurrir a la ironía el presidente autonómico, que argumentó que «Castilla y León está de moda» en el «turismo electoral para atacar a la Comunidad» de los ministros del Gobierno central y del propio Sánchez. «Fíjese si está de moda Castilla y León que hace un año usted dijo que se iba y ahí sigue», añadió en referencia a las declaraciones de Tudanca tras las pasadas elecciones autonómicas.
Tras esto, tiró de argumentario y programa para defender que no existe un recorte de derechos en la atención a las mujeres embarazadas ni en la mediación laboral por parte de su Gobierno, y poner en valor las bajadas de impuestos, las políticas pronatalidad, o las mejoras sociales. «Hace más de 13 años que no trabajaba tanta gente en Castilla y León». No faltaron las críticas al presidente del Gobierno central, al que acusó de «traicionar» sus principios para «favorecer a los corruptos y a quienes quieren romper España». «Podría decir que es una chapuza la ley del 'solo sí es sí', pero no lo voy a hacer».
«No tiene agallas»
Mucho más duro y personal fue el 'careo' de Fernández Mañueco con el procurador de Unidas Podemos. «Es un cadáver político andante al que el PP no le apoya, y por eso no tiene agallas para convocar elecciones», señaló Pablo Fernández, que retomó las acusaciones socialistas contra los «ataques a los derechos» de las mujeres y los trabajadores desde la Junta. «Viene con una retahíla de descalificaciones sin ton ni son cuándo hay 400 agresores sexuales beneficiados por la ley del 'solo sí es sí'», espetó Fernández Mañueco, que volvió a rescatar la polémica norma para reprochar al 'morado' haber «mancillado» la tribuna de las Cortes por defender la ley y a la ministra desde ella. «Es vil, es despreciable, es indecoroso, es abyecto, es rastrero, es deshonroso, es indigno, y es infame».
La normativa de Libertad Sexual saltó también más allá de las preguntas al presidente, y centró buena parte de la intervención de la consejera de Familia, Isabel Blanco. Cuestionada por el PSOE por su postura «de perfil» ante el protocolo antiaborto, pasó al ataque para lamentar que «el problema de muchas mujeres de Castilla y León es que se sienten revictimizadas por una Ley que ustedes han aplaudido, que no querían cambiar, decían que era una ley buena y eran los jueces los que la estaban aplicando». «Dejen de hacer política con lo que no ha pasado en Castilla y León, y pónganse a trabajar para cambiar cuanto antes esa chapuza de ley». Por su parte, la socialista Nuria Rubio replicó que «desde que la extrema derecha forma parte del Gobierno de la Junta, las mujeres estamos siendo atacadas».