Arrestado por negarse a hacer la prueba de alcoholemia

D.V.
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El conductor sufrió un accidente en la confluencia de Arco de Ladrillo y General Shelly, pero negó inicialmente a la Policía Local que fuera él al volante, aunque acabó confesando

Furgón de Atestados de la Policía Local de Valladolid. - Foto: @PoliciaVLL

Un joven ha sido detenido en Valladolid por no colaborar para someterse a la prueba de alcoholemia después de sufrir un accidente de tráfico, con daños materiales, tras el cual no se había identificado como conductor Según han informado fuentes de la Policía Loical a Europa Press, los hechos se produjeron a las 23.40 horas de este jueves a la altura del número 43 del paseo del Arco de Ladrillo, cerca del cruce con General Shelly.

La Policía Local recibió una llamada de un vecino de la zona que había observado que un vehículo había sufrido un accidente, por lo que se comisionó al lugar una patrulla de agentes, que encontraron el coche aparcado en el carril derecho de la calzada, con una rueda delantera dañada y a cuatro personas fuera del vehículo.

Los policías preguntaron quién conducía el turismo en el momento del siniestro y una joven de 34 años manifestó ser la conductora, al tiempo que explicó que seguía las indicaciones de uno de los ocupantes para circular, pero en un momento dio un volantazo y se golpeó contra el bordillo.

Sin embargo, los agentes tenían dudas sobre el relato debido a que entre los otros tres ocupantes del turismo se encontraba el hijo de la titular del mismo. Por ello, se entrevistaron con la persona que había requerido la intervención, que aseguraba haber visto que en el momento del accidente el vehículo era conducido por un varón.

Los policías le volvieron a preguntar a la joven que aseguraba estar al volante ya que un testigo afirmaba que "ella no conducía", y finalmente la mujer se retractó y los jóvenes confirmaron que el conductor era el hombre que finalmente fue detenido, aunque no por ese motivo.

Hasta el lugar se había desplazado el equipo de atestados con el fin de realizar la prueba de alcoholemia al conductor, que una vez identificado, según el relato de la Policía, no colaboró para soplar en el etilómetro, pese a que los agentes le insistieron que "era mejor soplar y dar positivo que negarse".

Debido a que el joven persistió en su actitud, se consideró una negativa a hacerse la prueba y se procedió a la detención por delito de desobediencia a agentes y contra la seguridad vial.