La pasión de Delibes por las bicis motiva un 'bici-crossing'

M.Rodríguez
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Un padre decide dar una segunda oportunidad a la bici familiar y la libera junto a la escultura del escritor, con un texto de su relato corto 'Mi querida bicicleta'

La pasión de Delibes por las bicis motiva un 'bici-crossing' - Foto: Roberto G. Prada

Una historia de generosidad, de pasión por las bicis, pero sobre todo un gesto inspirado en la memoria de la figura y obras de MIguel Delibes, un gran aficionado al ciclismo. La escultura inaugurada para conmemorar el centenario del nacimiento del escritor vallisoletano fue el escenario elegido por un padre para 'liberar' la bicleta familiar. La decisión ha estado motivada por la mudanza de la familia a Madrid y la imposibilidad llevarla con ellos. Pero la vinculación emocional con esta bicicleta, que compraron de segunda y que han usado tanto el matrimonio como el hijo mayor motivó esta curiosa historia. La idea inical de Roberto G. Prado era llevarla a algún colegio como el Allúe Morer, que tuviera taller, o el García Quintana por cercanía a su domicilio. Todo sin tener claro qué hacer. Pero el recuerdo de Delibes y de cómo su amor a las bicis, plasmado en el relato corto 'Mi querida bicicleta', había llamado la atención de su hijo, hizo que se decidiera a dejarla junto a su escultura para que otra familia o aficionado al ciclismo la puduiera disfrutar. Y dicho y hecho. Roberto fue a una tienda a comprar un rotulador y en el cartón de una de las cajas de la mudanza escribió un mensaje para los futuros propietarios: "Me regalan. Llévame si me vas a usar o si sabes de alguien que me quiera. Si no, deja que otro me de una oportunidad". Y también plasmó una cita del relato de Delibes: "... la bicicleta hacía dos eses y estaba a punto de caer pero, felizmente, la enderezaba y volvía a enderezarla y a respirar tranquilo...".

 

HISTORIA ENCADENADA

La pasión de Delibes por las bicis motiva un 'bici-crossing'La pasión de Delibes por las bicis motiva un 'bici-crossing' - Foto: Roberto G. Prada

Este mensaje fue muy efectivo porque poco tiempo después la bici ya no estaba, aunque la historia se difundió por las redes sociales y mereció el elogio de muchos tuiteros. "Yo lo único que quería es que la bici pudiera seguir su camino en otras manos, y que quien la cogiera fuera alguien que realmente la quisiera usar", detalla. Eso sí, al relatar su historia a El Día de Valladolid apunta que el solo conoce la historia de la anterior dueña. pero recalca que le encantaría conocer la siguiente. Un guante que lanza al nuevo dueño y así poder continuar la cadena de historias.

La de Roberto se inicio hace dos años cuando la familia se mudó de Madrid a la capital. Detalla que una de las primeras cosas que hicieron fue hacerse con alguna bici. "Esta la compré de segunda mano a una chica a la que su novio se la había regalado replicando exactamente la bici que tenía ella de niña. El chico se dejó una pasta en pintarla y buscar piezas originales. Pero, por lo que sea, ya no les salía a cuenta y la vendían", recuerda. En su segunda oportunidad, la bici la usó tanto la esposa de Roberto para ir a su trabajo en el centro, como él para ir a la estación de tren, ya que su puesto de trabajo seguía en Madrid. Pero también sirvió para enseñar  su hijo mayor a montar en bici acompañándose de ella. Ahora se inicia la cuenta atrás para conocer qué ha sido de la bici liberada en honor a Delibes.