Además de la victoria, otra de las noticias positivas ante el Lugo fue ver de nuevo a Kiko Olivas sobre el césped. No jugaba desde el 8 de enero, en el triunfo ante el Burgos. El malagueño se ha mostrado "contento por volver a jugar. Llevaba bastante tiempo. Me encontré bastante bien y, sobre todo, contento por la victoria. Aportar mi granito de arena siempre es bueno".

El malagueño no jugaba de inicio desde el partido en casa frente al Mirandés, en el cual el Pucela también se impuso (3-1), pero no ha dejado de trabajar para que le llegase una nueva oportunidad. "Entrenas cada día para cuando te toque. La confianza que me dieron los compañeros fue vital. Ayudó que empezáramos ganando para estar más a gusto. En líneas generales, me encontré bien", ha explicado en sala de prensa.

Ya centrado en el siguiente duelo frente al Málaga, el zaguero ha comentado que "va a ser un partido complicado": "Con el nuevo entrenador se generan nuevas ilusiones y la gente va a querer demostrar. Va a ser una final y ellos van a apretar al máximo. Cuando estamos concentrados y haciendo las cosas que, sabemos que es muy difícil ganarnos con nuestras cualidades".

Respecto a su continuidad en el once, el central afirmó que "hay compañeros jugando a gran nivel". "Estoy preparado para aportar mi granito de arena, como el otro día. Somos veinticinco, una plantilla muy buena y el míster decide. Hay un nivel muy alto en mi posición", ha añadido.

Por otro lado, respecto a la baja de Óscar Plano, ha dicho que es "una pena porque es un jugador muy importante". "Parecía que no iba a ser tan grave como finalmente ha sido. Mandarle mucho ánimo para que se recupere. Afrontaremos lo que queda sin él, pero dedicándoselo", ha concluido.