Sacyl acaba con una cuarta parte de la lista de espera covid

A. G. Mozo
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La provincia tiene 7.685 pacientes en lista, dos mil más de lo que había antes del estallido de la pandemia. El tiempo medio de demora para operarse en los hospitales de Valladolid aún se sitúa en 95 días: 101 en el Río Hortega y 89 en el Clínico

Intervención quirúrgica en el Hospital Clinico. - Foto: D.V.

La lista de espera quirúrgica ya está igual que en el arranque del primer invierno del coronavirus. Mal, con cifras todavía muy gruesas, pero transitando hacia los números que había antes de que la pandemia se lo llevara absolutamente todo por delante. Incluida la lista de espera quirúrgica, caballo de batalla de cualquier gestor sanitario que se precie y para lo que no se ahorran ni esfuerzos de los profesionales, ni euros de un plan de choque que recoge (para toda la Comunidad) una partida de cinco millones con la que financiar las 'peonadas' de las tardes.

Los últimos datos estadísticos difundidos por la Consejería de Sanidad hablan de que hay 7.685 vallisoletanos en lista de espera quirúrgica, de los que 3.855 están en la 'cola' del Clínico, 3.360 en la del Río Hortega y 470 en la del Comarcal de Medina del Campo. Son dos mil más de lo que había al cierre de 2019, cuando 'solamente' estaban en lista 5.669 pacientes de estos tres centros.

Son datos al cierre del segundo semestre, es decir, que aún no se aprecian los efectos de la última fase del plan de choque de Sacyl, la que incluye la denominada 'autoconcertación', que no es más que el regreso de esas 'peonadas' que añadirán algo más de 300 operaciones vespertinas cada mes a las 3.250 mensuales que vienen sumando ya estos tres hospitales. Sin ello todavía dentro de las cifras, solo con el acelerón que se exigió a los equipos quirúrgicos de Sacyl durante la parte final de 2021 y con derivaciones a la sanidad privada, se ha conseguido finiquitar ya una cuarta parte de aquella lista que llegó a superar por poco los 9.000 pacientes hace ahora un año y que cerró 2021 con 8.309 vallisoletanos a la espera de una operación.

«Uso eficiente»

Desde la Junta se recuerda que el pilar de este plan de choque es el «uso eficiente de los recursos propios de Sacyl», aunque también se contemple la utilización de lo que se denominan «recursos adicionales», que no es más que «potenciar la actividad concertada y poner en marcha la actividad extraordinaria en los centros Sacyl (el 'autoconcierto')», mediante «la realización voluntaria de actividad quirúrgica fuera de la jornada habitual de trabajo, con la finalidad de reducir los tiempos de espera para las intervenciones quirúrgicas programadas».

«Gracias a este incremento de actividad en los hospitales se ha conseguido no sólo reducir el tiempo medio para ser operado, sino comenzar a bajar la curva de crecimiento en cuanto al número global de pacientes en espera», tal como argumentan estas fuentes.

En efecto, los datos globales de personas en lista se han reducido ya en 482 personas durante este año en el Clínico y en otras 229 en el Río Hortega. Los descensos ya se habían iniciado a finales de 2021 y se van consolidando durante este 2022 en el que el tiempo medio de espera para una operación en los dos grandes se sitúa en 95 días: 101 en el caso del Hospital Universitario Río Hortega (HURH) y 89 en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid (HCUV).

Así las cosas, durante la primera mitad del año, la demora media para operarse ha bajado ya en 23 días en el HCUV y en 21 en el HURH, mientras que ha subido en seis en Medina del Campo, que es el centro hospitalario al que más le está costando remontar el vuelo tras el brutal frenazo que supuso la llegada del coronavirus.

Por especialidades

Cuando el análisis de la situación de la lista de espera quirúrgica profundiza hasta las especialidades se descubre que traumatología, como viene siendo habitual en los últimos años, es la que mayor demora arrastra, siendo la única que está por encima de los cuatro meses en ambos centros (142 en el HURH y 120 en el HCUV), después de que en el Río Hortega, la demora se llegara a acercar a los seis meses a finales de 2021 (176) y en el Clínico superara los cinco (165).

Por encima de los cien días de espera sigue cirugía pediátrica (se sitúa en 143, con lo que es el peor dato de todas las especialidades), así como los servicios de cirugía plástica y maxilofacial, y el de urología del Río Hortega (130, 125 y 100 días, respectivamente) y el de angiología y cirugía vascular del Clínico (106).

Otros ya han conseguido dejar atrás esa barrera de los 100 días. En el caso del Hospital Río Hortega, otorrinolaringología se encuentra en 50 días de espera, por los 49 de cirugía general y digestivo, los 44 de oftalmología, los 25 del servicio de ginecología y los cinco días que hay en el neurocirugía.

En el Clínico, cirugía general ya ha bajado hasta 74 días la demora de sus operaciones, mientras que en neurocirugía todavía se tiene que esperar 68 jornadas, por las 54 de otorrinolaringología, las 47 de urología, las 38 de oftalmología, las 30 de cirugía cardiaca, las 29 de ginecología y las nueve de torácica.

Por su parte, en el Comarcal de Medina del Campo los tiempos de espera oscilan entre los 63 días del servicio de traumatología y los 27 de ginecología. Por el medio, los 51 de otorrinolaringología, los 49 de cirugía general y de digestivo, los 40 de urología y los 34 que tiene oftalmología.

Las 'peonadas'

Datos que han de ir mejorando, entre el esfuerzo de los equipos quirúrgicos durante las mañanas, las concertaciones a la privada y las 'peonadas', esas que ya arrancaron en el mes de junio en el Clínico, con 160 pacientes al mes (en cirugía general, urología, traumatología, cirugía vascular, oftalmología, otorrinolaringología, neurocirugía y cirugía pediátrica), y en el Río Hortega, con otros 125 (en cirugía general, traumatología, oftalmología, otorrinolaringología, urología, ginecología y cirugía plástica). En Medina, en cambio, se comenzó en julio, con 48 al mes (en cirugía general, traumatología, otorrinolaringología y urología).

Cada operación vespertina se traduce en un pago extra de 450 euros a cada médico que participe, 300 a las enfermeras, 110 euros a los TCAES (Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería) y 90 a los celadores.