Imagínense una pista de aterrizaje como de película de narcotraficantes colombianos. En medio de árboles frondosos y tupidos, escondida en medio de un páramo sin viviendas cercanas, a la que solo se puede llegar a través de caminos angostos. ¿Imaginan ustedes que una imagen como esta se puede encontrar en Valladolid? Pues sí, se puede. Está más cerca de lo que puedan imaginar y sí, se trata de una imagen espectacular. No está muy lejos ni mucho menos, sino que a tan solo unos kilómetros de la capital se pueden encontrar dos pistas de aterrizaje que actualmente se encuentran en desuso y que dejan retratos singulares y sin parangón en la provincia. 

De sobra es conocido que los dos aeródromos en funcionamiento en la provincia son los ubicados en Alcazarén y Matilla de los Caños, además, por supuesto, de la Base Militar de Villanubla y el aeropuerto de Valladolid, pero hace años que también estaban en funcionamiento una pista en el término municipal de La Cistérniga y otra en La Pedraja de Portillo. En el caso de esta última se trata de una pista que se ha usado en ocasiones por las aviones pertenecientes a los equipos antiicendios, pero también ha servido para llevar a cabo lecciones de vuelo, paracaidismo y otras experiencias de vuelo. La imagen que ofrece la pista es espectacular, ya que se encuentra inmersa en medio de una gran superficie de pinar y solo es posible llegar hasta ella a través de pequeños caminos de arena. 

No hay nada más alrededor que monte. Se encuentra en perfecto estado, con marcas viales a ambos lados y una longitud superior a un kilómetro. A pesar de que alguna vez se ha usado por aviones pertenecientes a los equipos de la Junta de Castilla y León, está en desuso e incluso se pueden ver en el suelo las marcas de frenos de coches y motos en una clara muestra de que su abandono es aprovechado para hacer pequeños rallies. Es más, el alcalde de Mojados, Aldolfo López, indicó que hace tiempo se utilizaba esta carretera para hacer carreras de coches. La situación es idónea para ello debido a que la pista se encuentra escondida entre los pinos y alejada de todos los núcleos urbanos. 

210222JT_0033.JPG - Foto: Jonathan TajesUna situación bien diferente se está produciendo en la pista abandona que se encuentra en el término municipal de La Cistérniga, junto al pico del Águila. Se trata de una pista que tiene más de 400 metros de largo por unos cien de ancho. Y que se encuentra en desuso desde hace décadas. Es más, puede que este año sea el último para esta infraestructura, ya que está pendiendo de la posible construcción de un parque fotovoltaico. 

César Velicia es uno de los socios que mantiene la pista abierta. Lo hace por simple afición, ya que no están permitidos los vuelos en esta pista al estar dentro de la zona CTR del aeropuerto de Valladolid. «Aquí ya no vuela nadie. La pista está en desuso, pero el hangar todavía está operativo porque aquí quedamos cuatro socios que tenemos participación y que guardamos nuestros aparatos». 

La pista actual está llena de hierbas y solo los hitos marcan sus tremendas dimensiones. Velicia explica que la ubicación actual no es la original. «El viento predominante en esta zona es noroeste y antes la pista estaba junto a la actual para aprovecharlo y para tener acceso de aterrizaje y despegue a las cuatro orientaciones», comenta, mientras recuerda que hace décadas la pista se utilizaba con mucha frecuencia. 

210222JT_0063.JPG - Foto: Jonathan TajesTras su puesta en marcha de la pista, los vuelos eran constantes debido a que los vuelos que se realizaban se extendían únicamente por la zona y no se alejaban sobremanera de las inmediaciones de la pista. «Entonces sí se hacían vuelos con mucha normalidad, pero una vez que esta zona entró en el control del CTR y se crearon las pistas de Alcazarén y Matilla de los Caños se fue abandonando poco a poco hasta ahora». 

Si bien es cierto que algunos aficionados al vuelo de los drones se aproximan hasta la pista en especial durante los fines de semana para realizar sus vuelos, la verdad es que no está permitido. «A mí me llaman desde clubes de vuelo de toda España cuando vienen a Valladolid para usar la pista, pero siempre les tengo que decir que no porque no está permitido». 

Eso sí, en la nave que sirve de hangar junto a la pista, los cuatro socios que aún mantienen varios aeroplanos y parapentes a motor guardados. «Son piezas que he hecho yo poco a poco. Desde que me jubilé hace unos años he tenido tiempo para participar con ellos en concentraciones por toda España. Son aparatos muy manejables y nos permiten hacer vueltos de una o dos horas». Lo hace fuera de Valladolid porque además reconoce que en La Cistérniga ha volado muchas veces y ya no le atrae. «Tenemos aquí los aparatos porque tenemos el hangar, antes de que se construyera la nave yo tenía todas las cosas en un trastero junto a la plaza de La Circular, pero ahora venimos únicamente para disfrutar».  

210222JT_0026.JPG - Foto: Jonathan Tajes¿último año? Es más que posible que este año sea el último de la pista de La Cistérniga después de tres décadas. La tierra donde se encuentra el aeródromo está en alquiler por parte de los cuatro socios y los dueños ya les han anunciado que pretenden mantener un encuentro con la intención de que esta tierra pase a albergar un nuevo parque fotovoltaico. «Nos han comunicado que quieran hablar con nosotros y pensamos que este puede ser el motivo». 

La llegada de los parques fotovoltaicos a la zona está ocasionado que los dueños de las tierras de las inmediaciones estén dispuestos a alquilarlas para las instalación de placas solares. «Esperamos poder conservar el hangar para mantener nuestros aparatos aquí, pero no estamos seguros de lo que va a pasar», asegura Velicia, quien indica que continuará volando por otras partes de la provincia y acudiendo a concentraciones en todo el territorio nacional. 

De esta forma, puede que dentro de un año solo se mantenga la pista en desuso de la provincia y, en algunas ocasiones, en vez de avionetas la usarán coches en carreras ilegales.